El nuevo plan general de Móstoles propone sacar el hospital del centro

El gobierno municipal de Móstoles (PSOE e IU) planea un enorme cambio urbanístico en el municipio que, de cristalizar, desembocará en el enterramiento de las vías del tren y en la construcción de una nueva estación de Renfe, así como en la creación de un gigantesco recinto ferial para empresas y de un enorme espacio para la diversión de los jóvenes. El avance del nuevo plan general, que aún debe ser aprobado por el Gobierno regional, prevé también el traslado del hospital de Móstoles al sur de la ciudad, donde habrá un nuevo barrio con 8.100 viviendas.

Hacía 17 años que un gobierno local no planificaba un cambio urbanístico de este calado en Móstoles. Paradójicamente, el alcalde que ha impulsado el nuevo plan general, José María Arteta, del PSOE, participó como edil de Urbanismo en el plan precedente, de 1985. Entonces la situación de la localidad era distinta. La población era de 168.114 habitantes, muy lejos de las 200.603 personas que residen ahora en el municipio. Pero en los últimos años, el crecimiento de la población ha ido ralentizándose y por eso el plan calcula una subida en el padrón no superior a los 14.000 habitantes en el próximo decenio.

El regidor tiene claro que Móstoles ha dejado de ser 'una ciudad dormitorio'. Otra cuestión es que, como dice el redactor del plan, el arquitecto Carlos Sánchez Casas, sea 'una ciudad deslavazada e inconexa'. ¿La causa?: las vías del tren de cercanías, que parten la localidad en dos. De ahí que el plan propugne enterrar las vías del tren y sus dos estaciones actuales. Claro que tanto los redactores como los políticos no ocultan que el proyecto dependerá de una negociación futura con Renfe.

Enterrar una estación

Para que no sea pedir sin más, sugieren construir 1.000 viviendas sobre la superficie que quedaría libre al enterrar la estación de El Soto (donde termina la línea C-5). 'Con las plusvalías podría financiarse parte de la obra', apuntó el alcalde. La nueva estación quedaría, además, más cerca de Navalcarnero, lo cual facilitaría la prometida prolongación de la línea de cercanías hasta la urbanización mostoleña Parque Coímbra, alejada siete kilómetros del casco urbano.

En el lateral derecho de la N-V (en dirección hacia Extremadura) florecerá una 'ciudad de ocio para la juventud', donde podrá divertirse, tomar copas, comprar y hacer otras actividades diurnas y nocturnas sin causar molestias al vecindario.

En ese mismo lado de la autovía irá un futuro museo paleontológico e instalaciones deportivas, en caso de que Madrid sea elegida finalmente sede de los Juegos Olímpicos de 2012, pues Móstoles se postula como subsede de judo.

Al lado izquierdo de la N-V, el plan proyecta una nueva estación de cercanías, un intercambiador de transporte y un recinto ferial para empresas. Este centro de actividades serviría de foco de atracción para empresas, porque, como advirtió el arquitecto, 'de poco sirve ceder suelo si luego las multinacionales deciden no venir'.

Arteta tiene la esperanza de que el centro tecnológico de Repsol (en construcción, también a un lado de la N-V) y la Universidad Rey Juan Carlos sean suficiente reclamo. No en vano, el avance del plan parte de una revisión urbanística efectuada para permitir el asentamiento de Repsol, de la Rey Juan Carlos y del consorcio para construir 8.100 viviendas en el sur del municipio.

Otra de las grandes modificaciones propuestas es el traslado del hospital de Móstoles, porque está 'encajonado entre las viviendas y se ha quedado pequeño'. Y porque la situación es 'alarmante', según opina el edil de Sanidad, Carlos Gallo, del PSOE: hay una cama por cada 555 mostoleños y el servicio de urgencias está 'colapsado'. La zona de estancia ofrece, además, 'un aspecto deprimente por la masificación de los enfermos, aparcados en camillas en hilera en el pasillo'. 'Propondremos que la Comunidad recalifique este terreno y, en contrapartida, construya un hospital nuevo, más amplio, en una zona bien comunicada, que podría ser al sur del municipio'.