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'La Marsellesa' con acento gitano

Intelectuales y artistas se unen contra Le Pen y anuncian que estarán con Chirac 'hasta el 5 por la noche'

El acto empezó con un breve concierto al aire libre de música de Luciano Berio. El tono estaba dado. El público, un mar de cabelleras blancas con algunos islotes de tinte, escuchó respetuosamente. Escritores, filósofos, pintores, escultores, cineastas, coreógrafos o actores acudían a la convocatoria de Jean-Jacques Aillagon, presidente del Centro Pompidou, para 'defender la República'.

Los primeros parlamentos, ante esa respetable y madura asamblea, se sucedieron en medio de educados aplausos hasta que llegaron los alumnos del instituto de Lagny, en la banlieue (alrededores) parisiense. De pronto atronaron los gritos contra Le Pen, los silbidos y abucheos cada vez que alguien pronunciaba el nombre del innombrable, 'el otro candidato'. Aillagon habló de Frente Republicano y se olvidó de que se habla de él como futuro ministro de Cultura de Chirac; Laure Adler, la directora de la emisora France-Culture expuso su idea abierta de cultura y el cómo ésta no coincide con la del Frente National (FN); el director de teatro Jean-Michel Ribes recordó lo que el FN dice del surrealismo -'arte degenerado'- y que la actual gran exposición del Pompidou, La Revolution Surrealiste, sería imposible con Le Pen en el poder.

Una estudiante negra subió al estrado para proclamar: '¡Sólo hay una raza, la humana!'. Un compañero suyo gritó: '¡Viva Francia y viva la República!'. Los muy circunspectos personajes que casi llenaban la adoquinada plaza que permite el acceso al Pompidou lanzaron sus primeros vivas. El cineasta Claude Lanzmann; la actriz Claudia Cardinale; los directores de teatros de ópera Hugues Gall y Stephan Lissner; la modelo y actriz Laetitia Casta; el actor Jean-Claude Brialy; el especialista en estética Jean Clair; los cantantes Line Renaud, Henry Salvador e Yves Duteil; los músicos Philippe Fenelon y Jean Michel Jarre; el pintor Pierre Soulages; el director Constantin Costa-Gavras, o las actrices Andréa Ferréol y Marie José Nat, se entusiasmaron con las palabras de la filósofa Catherine Clément, que dijo que estaría 'de todo corazón' con el candidato Jacques Chirac, 'hasta el día 5 de mayo por la noche. El día 6 ya será otra cosa'. Clément hizo notar lo inquietante que resultaba que tantos franceses 'hubieran votado por un viejo bribón repugnante, embutido en innobles trajes cruzados de botonadura de oro', lo que se le antojaba un 'delito estético'. El antiguo ministro chiraquiano Jacques Toubon encontró su vena lírica para declarar que 'antes que nada, en Francia, el arte es amor'.

Jarre puso fin a la autocomplacencia al recordar que en Francia no hay millones de fascistas, pero sí millones de personas que se sienten maltratadas y votan a Le Pen. Se hizo silencio. Otro orador leyó un pasaje del programa cultural del FN en el que se habla de reintroducir la censura 'para estimular la imaginación de los creadores'. El violinista Didier Loockwod cerró el acto con una Marsellesa con acento gitano.

De izquierda a derecha, los actores Claudia Cardinale, Laetitia Casta, Jean-Claude Brialy y Michel Boujenah, en la manifestación frente al Centro Pompidou.
De izquierda a derecha, los actores Claudia Cardinale, Laetitia Casta, Jean-Claude Brialy y Michel Boujenah, en la manifestación frente al Centro Pompidou.EPA

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