'Operación Triunfo' aterriza en Madrid

Rosa, Bustamante, Chenoa, Bisbal y compañía están pasando ahora la prueba de fuego de actuar de verdad ante público de verdad. La gira tiene su polémica, pues muchos críticos andan señalando las carencias de estos nuevos artistas y se tacha de superficial y forzado el éxito que les ha dado Operación Triunfo. Lo que es incuestionable es que arrasan allá donde van. Las entradas para el concierto de este martes en Madrid se agotaron menos de una hora después de ponerse a la venta.

Mientras, la Comunidad celebra sus fiestas con un cartel entre flamenco y rockero: M-Clan, Lolita, Raimundo Amador, Barricada, Garaje Jack o Ramón el Portugués se reparten entre la plaza del Dos de Mayo, Alcorcón y el Auditorio del Parque de las Naciones. Hoy además arranca en el teatro Arlequín un ciclo que pretende contar todos los lunes con una actuación flamenca. Lo abre el cantaor Miguel Flores, es decir, Capullo de Jerez, reivindicado recientemente merced a su disco, Éste soy yo.

Ya en los festejos del 2 de mayo, Raimundo Amador se arrima al flamenco desde la guitarra de blues y la libertad absoluta. Algo que entiende bien Lolita, a la que no le cuesta darle un toque aflamencado a sus baladas de pop romanticón o a sus versiones de sones cubanos. Dolores de los Santos, hija de Agujetas, canta con el rajo gitano que lleva en sus genes y Ramón el Portugués pone jondura en el restaurado castillo de San José de Valderas, en Alcorcón.

A los protagonistas del último fenómeno televisivo, les falta aprender, si acaso, que el triunfo no siempre está relacionado con el reconocimiento masivo, pues actuando por bares de pequeño aforo o en recintos reducidos con un público menor pero fiel, también se es un triunfador. Es el caso de artistas como Javier Krahe, Javier Ruibal, Quique González, Merche Corisco, Javi Heras, Carlos Chaouen o León Gieco, cantautores que actúan esta semana, con menor pegada mediática, pero con una carrera prestigiosa conseguida a base de excelentes canciones y duro trabajo. Eso sí, la chispa descacharrante, a la vez que reflexiva, la pone el uruguayo Leo Masliah, un virtuoso del piano y un mago utilizando los resortes del lenguaje.

En los terrenos del jazz, es impagable la deuda que esta música tiene en España con el colegio mayor universitario San Juan Evangelista, el popular Johnny. Además de las numerosas actuaciones que del género programa durante el año, desde hace 21 años celebra su famoso festival de jazz. La presente edición la conforman el cuarteto del contrabajista de Filadelfia, Christian McBride, un virtuoso también de la batería y el piano, además de compositor; la desgarradora voz del cantante y guitarrista de blues Ernie Hawkins; y el cantante de jazz Kurt Elling, un peculiar personaje mitad poeta, mitad filósofo, que también ejerce de escritor y crítico musical.

La propuesta de jazz la completan el pianista neoyorquino afincado en Madrid Joshua Edelman, la cantante Ángela Muro y Perico Sambeat, acompañado de músicos del norte de África para fundir jazz y música gnawa. El brasileño Jayme Marques pone su guitarra a desgranar jazz latino y bossa, género que borda la madrileña de origen italiano Beatrice Binotti.

Y el rock tira estos días por lo duro, con el heavy-metal de los españoles Mago de Oz, que suena casi medieval, como el de Ñu, y dos superbandas internacionales, Bad Religion y Rinoçèrose. Completan el nutrido testimonio nacional veteranos como Obús o Barricada, junto a M-Clan, Garaje Jack, Zodiacs, Rosebud, Beethoven R, Eczema, Nadir o Mistwear.