La candidatura de Beiras recibe un duro castigo de la militancia del BNG

La X Asamblea Nacional del BNG finalizó ayer en A Coruña con el resultado previsto: la renovación del liderazgo de Xosé Manuel Beiras, la creación de la figura del coordinador o número dos y el cambio de rumbo hacia una apuesta institucional y de posibilismo político. Los 2.000 militantes que asistieron a la asamblea refrendaron esos objetivos, pero el 27% votó en contra de la candidatura oficial al Consello Nacional (50 miembros). Después del varapalo, la ejecutiva propuesta oficialmente (14 miembros) recibió el respaldo del 91,2%.

La herida que pretendía cerrar el Bloque Nacionalista Galego (BNG) en la X asamblea de la formación, reunida en A Coruña, la habían abierto indirectamente los resultados de las últimas elecciones autonómicas, en las que el Bloque perdió un escaño. Directamente la ocasionó el cuestionamiento público de la continuidad de Beiras como cabeza de cartel por parte del líder de la Unión do Povo Galego (UPG), el diputado en el Congreso Francisco Rodríguez.

El BNG no es un partido al uso, sino una organización de carácter asambleario en la que están integrados siete partidos y en la que la mayoría de los militantes son independientes. La polémica sobre el liderazgo y los métodos de oposición al PP se cerró con negociaciones a varias bandas, de las que salió reforzado, aparentemente, el liderazgo de Beiras. Pero a cambio, la UPG se hacía con el control del posbeirismo, mediante una mayoría suficiente en una ejecutiva elaborada después de negociaciones, también a varias bandas, dirigidas por el senador Antxo Quintana, y en la que quedaron fuera tres partidos que antes tenían representación.

Formaciones excluidas

Una de las formaciones excluidas, Esquerda Nacionalista, el segundo partido en afiliación (y en el que milita Xosé Manuel Beiras), barajó hasta el último momento la posibilidad de presentar una candidatura alternativa, y a primera hora de ayer la retiró, no sin acusar al propio Beiras de haberles engañado.

Sí mantuvo su lista un grupo de militantes de la organización comarcal de O Condado (Pontevedra), sin filiación partidaria, encabezados por Roberto Mera, un concejal de 30 años fogueado en el debate con el alcalde de Ponteareas desde el franquismo, José Castro, expulsado del PP después de ser inhabilitado judicialmente.

La lista alternativa (en el BNG, 50 militantes bastan para proponer una candidatura) obtuvo, sorprendentemente, 13 de los 50 puestos del Consello Nacional (los otros 37 fueron a manos de la candidatura liderada por Xosé Manuel Beiras). 'Esto es algo impensable en otra organización, y demuestra que todavía hay fuerzas políticas como el Bloque Nacionalista Galego, con democracia interna', señaló Roberto Mera, el interviniente más aplaudido en las sesiones de la asamblea.

Curiosamente, la lectura del senador Anxo Quintana, aupado al puesto de coordinador, no difirió de la de Mera. 'Los documentos políticos, que suponen nada menos que un cambio de rumbo político, se aprobaron por mayoría, y lo que hubo fue la manifestación de un descontento acerca de determinados sistemas de funcionamiento interno', señaló el número dos y principal afectado, con el líder de UPG, Francisco Rodríguez, por la contestación de la militancia. 'Yo también estoy descontento, porque las cosas se pueden hacer mejor, pero a partir de ahora todos, contentos y descontentos, somos responsables del futuro trabajo político', declaró Quintana.