El Ayuntamiento de Málaga introdujo 71 cambios en el PGOU
La comisión de Urbanismo censuró 12 de las modificaciones registradas en cuatro años
Desde que en enero de 1998 se aprobara definitivamente el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga, el Ayuntamiento ha introducido ya 71 modificaciones puntuales de elemento, 12 de las cuales contaron con informes contrarios de la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo. El concejal de Urbanismo de Málaga, Manuel Ramos, sostiene que estos cambios 'no han supuesto un incremento excesivo de la edificabilidad' y que se han respetado los principios del plan general.
La Consejería de Obras Públicas ha advertido de la existencia de un uso 'abusivo' de las modificaciones de elemento en los municipios de la Costa del Sol. Además de las realizadas en Málaga, los demás municipios de la Costa del Sol han tramitado más de 200 modificaciones en los últimos tres años. La Junta recuerda que esta figura se introdujo en la legislación para permitir más agilidad a los ayuntamientos para poder cambiar algunas determinaciones del planeamiento que durante su ejecución se consideraran aconsejables; pero que la experiencia muestra que se usan con frecuencia para alterar el diseño con cambios de usos de suelo o de volúmenes de edificabilidad que pueden llegar a desvirtuar los planes generales.
El delegado de la Consejería de Obras Públicas en Málaga, Enrique Salvo, asegura que por encima de los números hay que mirar el contenido de las modificaciones y asegura que entre las aprobadas por el Ayuntamiento existen algunas muy significativas. Cita por ejemplo una de las más recientes, que ha sido rechazada por la comisión provincial de Urbanismo, y que ha consistido en levantar la obligación de construir viviendas protegidas para profesores y estudiantes universitarios en Bizcochero-Capitán, una valiosa parcela de la principal zona de expansión, Teatinos, pero a la que se ha mantenido una edificabilidad mayor a los demás suelos del entorno que se permitió por el carácter social que iban a tener las casas. Hay otros casos, según Salvo, en los que se han modificado las cargas de edificabilidad o se han eliminado zonas verdes que, sumadas a la política de venta de suelo seguida por el consistorio malagueño, 'evidencian que se toman decisiones desde una consideración meramente comercial del urbanismo, olvidando la función pública de éste'.
Para el concejal de Urbanismo, Manuel Ramos, el número de modificaciones de elemento aprobadas es 'aceptable' y ha tenido una 'repercusión muy positiva para la ciudad'. Explica que 'no en más de cinco casos' se ha tratado de incrementos de edificabilidad, que dice son los cambios que más se miran y critican, y que, en la consideración global, también se han aumentado las zonas verdes. 'En términos generales estamos siendo absolutamente fieles con el plan general en su ejecución', concluye.
Ramos ha anunciado la próxima constitución de un equipo de trabajo para evaluar el grado de ejecución del plan general vigente, que estima ha llegado ya al 60% en el primer cuatrienio de los tres para los que se programó, y que de los resultados de esa evaluación se estimará la conveniencia o no de proceder a la revisión del PGOU. En principio, Ramos no se muestra partidario de afrontarla a corto plazo, y entre otros inconvenientes recuerda que el proceso de formulación de un nuevo plan implica una paralización de la concesión de licencias que cree no aconsejable en un momento de expansión del sector de la construcción.
Visión distinta tiene Salvo, quien asegura que esta paralización no tiene por qué producirse y recuerda el caso de Sevilla, donde 'se han buscado fórmulas innovadoras' para evitarlo.
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