Los 'sin papeles', desde Marsella a París
En la gran manifestación de ayer en París ocuparon un puesto destacado los sin papeles, es decir, los inmigrantes sin permiso de residencia, que habían organizado una marcha desde Marsella iniciada el pasado 23 de marzo y acabada ayer en París, después de recorrer entre 30 y 40 kilómetros diarios. Uno de ellos, de piel oscura, portaba una pancarta en la que recordaba que 'La vida es de colores'. Otros explicaban que 'estamos ahí para servir de barrera ante el Frente Nacional'.
El movimiento de los sin papeles cobró importancia en 1996, cuando un grupo de inmigrantes africanos ocupó la parisina iglesia de Saint Bernard, convirtiéndose en un problema que el Gobierno de derecha de entonces no supo resolver llevándole a cometer un importante error político al querer resolver el conflicto exclusivamente por la vía policial.
El Ejecutivo dirigido por Lionel Jospin regularizó parte de los clandestinos pero, cinco años después, el número de ilegales residiendo en Francia sigue siendo importante. Para Jean-Marie Le Pen hay que expulsarles lo más deprisa posible después de 'internarles en un campo relativamente confortable'. Chirac ha evitado pronunciarse pero fue precisamente un Gobierno chiraquiano, en 1986, el que puso en práctica las primeras expulsiones forzadas recurriendo a vuelos charter.
Ahora los sin papeles aprovechan las presidenciales para reclamar la atención de los medios de comunicación y se dicen dispuestos a encerrarse de nuevo en un templo parisino, la iglesia de Saint Paul, en el corazón de la ciudad antigua. Ayer, durante la manifestación, se cantó varias veces una rima, que traducida literalmente, reza: 'No son los sin papeles ni los inmigrantes a los que hay que expulsar, sino que es a Le Pen al que hay que echar'.
Escoltados por gendarmes o policías, los 60 sin papeles, que desde el pasado 23 de marzo marcharon tras una pancarta con el lema 'regularización', han recorrido unos 1.400 kilómetros. El grupo de sin papeles, entre ellos varias mujeres, exige también la puesta en marcha de una nueva política de inmigración en Francia. Según el portavoz de la coordinadora de los sin papeles, Romain Benazon, están 'hartos de que los tomen por imbéciles' y de las 'promesas incumplidas'. Los protagonistas de esta larga marcha, que tenía su meta en la 'explanada de los derechos humanos', en los jardines parisienses de Trocadero, frente a la Torre Eiffel, vivieron con preocupación la llegada el pasado domingo del ultraderechista Le Pen a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el próximo 5 de mayo.
Las manifestaciones están sustituyendo en parte a los actos normales de una campaña en la que, según un sondeo de CSA publicado ayer por Le Parisien, Chirac será reelegido con un 81% de los votos el próximo 5 de mayo, mientras que Le Pen obtendrá el 19% restante.
Todas esas manifestaciones convocadas vienen precedidas por una semana de marchas por todo el país que comenzaron la misma noche electoral, el pasado domingo, de forma espontánea y promovidas inicialmente por estudiantes de bachillerato.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.