El rock aún sobrevive a los cantantes fabricados por la televisión
El certamen municipal Rock Villa lucha contra el desinterés de las discográficas por los grupos españoles
Una niña de 13 años acaba de quedar en segundo lugar en un concurso de rock con su grupo musical. Como su madre no sabe que se ha presentado, el día que tiene que ir a recoger el premio la niña le miente y le dice que no le apetece ir al colegio. La madre se enfada y, como castigo, le cierra con llave el armario de la ropa que la chavala usa para salir por las tardes. Es mayo de 1978. Comienza la movida madrileña. La adolescente se llama Olvido Gara, conocida en el mundo de la música como Alaska.
Ocho años después, un grupo de jóvenes gana el mismo concurso que Alaska. Son Los Enemigos, que, poco después, fichan por una compañía de discos y pasan a formar parte de la historia de la movida.
Los grandes cantantes de la movida madrileña de los años ochenta ganaron el certamen
Transcurren 14 años más. Estamos en mayo del año 2000. La movida ha muerto. Un grupo de jóvenes gritan y bailan eufóricos en un bar de Chueca. Son más de las tres de la mañana, es martes y están solos celebrando su primer éxito musical. Acababan de ganar esa misma tarde el concurso que Alaska y Los Enemigos habían conseguido años antes. Se llaman Circodelia, grupo que empieza a sonar en las radios, en pleno dominio de Operación Triunfo.
Éstos son algunos ejemplos de los miles de grupos y cantantes que han participado alguna vez en el certamen municipal Rock Villa de Madrid. Este festival, el más antiguo de España en su categoría, cierra estos días el plazo de solicitudes para los grupos musicales que sueñan este año con saltar a la fama, grabar un disco y tener su teléfono móvil colapsado de llamadas de compañías discográficas. 'Lo que queremos son grupos desconocidos, pero tampoco superprincipiantes. Es decir, tienen que ser grupos que ya estén actuando por los circuitos de Madrid y que ya tengan sus maquetas', explica Daniel Velázquez, director del Rock Villa desde su fundación, en 1978.
Alaska, Los Enemigos, El Gran Wyoming o Mercedes Ferrer pasaron por el concurso y luego se convirtieron en estrellas. Alaska, que quedó segunda con Kaka de Luxe, acudió años después como invitada al Rock Villa con Los Pegamoides. Las compañías discográficas apostaron muy fuerte en aquellos años por los grupos de rock y pop.
Pero los tiempos cambiaron y eso también afectó al certamen. 'No estamos en una etapa álgida del pop y del rock. Estamos en la etapa Operación Triunfo y, además, las compañías discográficas están en crisis por culpa de la piratería. Es difícil que apuesten por un grupo rockero español', señala Velázquez.
La final del Rock Villa de este año, a la que optan alrededor de 300 grupos musicales, se celebrará en las fiestas de San Isidro. Ese día la gente se apretará sudorosa en las primera filas del escenario, los periodistas se pegarán por hablar con los ganadores y nacerá algún que otro fan. Pero luego vendrá el día después. Y la espera a esa llamada que diga: 'Sí, os llamamos de la compañía de discos...'. Y el miedo, a que si no pasa nada el grupo vuelva a caer de nuevo en el olvido. 'El único defecto que le veo al Villa de Madrid es que te dan 6.000 euros y se acabó. Nosotros ganamos y no pasó nada, y eso nos deprimió un poco', explica Víctor Pérez, de Circodelia, 'grupo que toca rock and roll de toda la vida'. Este grupo, dos años después de ganar el certamen, acaba de grabar su primer disco, Circodelia, y su primera canción, Las chicas de las canciones, empieza a sonar en muchas emisoras de radio. 'Pero no ha sido porque ganásemos el concurso', puntualiza Pérez.
'El Ayuntamiento no puede ser una oficina de contratación. Tienen que ser las discográficas las que den el impulso', explica el director del certamen. En cambio, para Los Enemigos (se separaron hace unos meses) el certamen sí que supuso un empujón a su carrera hacia el éxito. Esta formación ganó el Rock Villa en 1986. 'La verdad es que nos presentamos por casualidad. Iba yo andando por el paseo del Prado cuando vi una cola de melenudos y punkis y les pregunté qué hacían ahí, y resultó que era la fila de inscripciones', recuerda Josele Santiago, ex cantante de Los Enemigos. 'Nada más ganar el concurso nos llamó la compañía de discos y grabamos. Además, el Ayuntamiento nos llevó a tocar a Grecia', añade Santiago.
En el Rock Villa de Madrid ha habido de todo: heavys, punkis, grupos con niña, rockeros... Incluso un presunto parricida: el bombero José Antonio Paños, acusado de matar a su esposa en septiembre de 2000 de ocho puñaladas, ganó el certamen en 1992 con su grupo musical Libo Y.... con la canción Soy bombero.
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