Los ballets de Montecarlo estrenan a Kilian y Godani
Jean-Christophe Maillot, director del conjunto, monumentaliza una obra suya anterior
La compañía monegasca se ha sumado desde anteayer y hasta el próximo día 28 a la ya tradicional Primavera de las Artes de Montecarlo, estrenando tres obras de envergadura: una creación del italiano Jacopo Godani; una nueva versión de Opus 40, de Maillot, y la entrada en el repertorio de No more play, de Kilian, completándose la velada con otra obra del checo: Sechs Tänze, esta vez ingeniosamente unidas en un todo.
Es muy interesante ver cómo Jean-Christophe Maillot vuelve sobre sí mismo, se revisita en rigor expositivo, limpieza de formas e intención plástica, siempre dentro de los presupuestos de la abstracción con el concurso del pintor norteamericano George Condo. No es Maillot en ningún momento banal ni descriptivo; tampoco el resultado final de Opus 40 es el de una obra fácil y complaciente, sino que la acerca al entorno del milimalismo, barrena la atmósfera con detalles caligráficos precisos hasta encontrar una poesía fría y muy controlada.
Como bien ha dicho Jiri Kilian, para él muchas veces las fuentes de inspiración están lejos y fuera del ambiente de la danza; así, esta vez es una escultura de Giacometti de 1933 que combina mármol y madera el eje estético, junto a la música atonal de Anton Weber. No more play es un seriecísimo y estructurado ballet en que el apunte musical es resuelto con agudeza y geometría sobre la escena. A continuación, y enlazada a la anterior, surgió Sechs Tänze, donde Kilian abstrae el humor punzante de las danzas alemanas de Mozart y arma un edificante secuenciado de hilaridad rococó con refrescante cortesanía y veloz dinamismo.
Para cerrar esta ocasión excepcional y verdadera fiesta del ballet moderno, Maillot ha encargado al italiano Jacopo Godani una obra coral y ambiciosa, Getting started, donde el propio coreógrafo se ha encargado también del diseño de la escenografía, los trajes y las luces. La realidad es que Godani es un heredero formal y lineal de William Forsythe con el que trabajó muchos años, pero no es en absoluto un imitador. En Montecarlo ha reunido sobre el gigantesco del recién inaugurado Forum Grimaldi a 40 bailarines desarrollando una coreografía dura hasta lo áspero, con planos y subplanos de ejecución obtenidos con la fragmentación inquietante del espacio. Godani, intentando liberarse de la umbilicalidad de Francfort, deconstruye el ensemble sinfónico, lo atoniza obsesivamente en busca del efecto sobre la música creada por el romano Diego dall'Osto, con un resultado potente y de gran riqueza rítmica.
Los ballets de Montecarlo estarán en junio en España con una gira que los llevará a Gijón, Bilbao, Barcelona y Granada. Entre los artistas españoles hay que mencionar especialmente al vasco Asier Uriagereka.
Babelia
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