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SALUD

La videoconferencia alivia a jóvenes con fibrosis quística

Los adolescentes consultan al doctor desde casa

Desde su casa de Nerva (Huelva), Samuel charla cara a cara unos breves minutos (siete de media) con el doctor Javier Dapena, en Sevilla, a 80 kilómetros de distancia. Al otro lado de la pantalla, el médico resuelve las dudas de su joven paciente. Desde finales del año 2000, Samuel dispone de un sistema de videoconferencia que le conecta con el médico.

Otra docena más de adolescentes son atendidos también por el doctor Dapena, a cualquier hora de la mañana, desde su consulta de la Unidad de Fibrosis Quística del hospital Virgen del Rocío. 'Mis amigos dicen que es alucinante', cuenta Samuel al otro lado del teléfono. Ahora que lleva un tiempo metido en casa, 'algo pachucho', se conecta cada semana.

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'El contacto con el médico tranquiliza, y eso es fundamental', explica Dapena, cuya unidad trata a un centenar y medio de pacientes de fibrosis quística repartidos por toda Andalucía. Una severa enfermedad crónica, que se hereda y afecta a las glándulas exocrinas como el páncreas, el hígado y muy especialmente los pulmones. Los pacientes se someten a tratamientos intravenosos en su domicilio y las visitas al hospital son frecuentes.

'El doctor me soluciona bastantes problemas', cuenta Samuel, de 18 años, en cuarto de la ESO, y que poco a poco se va aficionando a la informática. 'A veces la línea va muy lenta, ésos son los únicos problemas que tengo ', explica. 'Se pone negro de esperar en algunas ocasiones', dice su madre.

El sistema ha sido instalado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), dentro de su programa Mundo de Estrellas, en el que conviven distintos proyectos que intenta sacar de la red todo el provecho posible para hacer más llevadera la enfermedad de niños en Andalucía.

En su casa, Samuel cuenta con un ordenador, una webcam y una línea RDSI. La máquina sólo puede utilizarse para establecer la videoconferencia con el doctor, y no para navegar, lo que lamenta alguno de los pacientes.

Dapena ha atendido varios cientos de consultas desde su ordenador en los más de dos años de funcionamiento del proyecto. La intención ahora es incluir a otros cuatro pacientes más jóvenes, como Ángela, que a veces 'se comunica llorando' y a la que con un 'no te preocupes' y tener a la vista al doctor 'le da tranquilidad'.

'Si el niño está realmente enfermo tengo que verlo', dice Dapena, y destaca lo útil que resulta la videoconferencia para evitar traslados innecesarios al hospital de enfermos que, como Samuel o Ángela, se encuentran a gran distancia.

Según la consultora PriceWaterhouseCoopers, una de cada cinco consultas que actualmente se hacen en el despacho del doctor 'podrían ser sustituidas por otro tipo de contacto, principalmente por uno basado en la World Wide Web'.

Samuel Delgado en su casa de Huelva.
Samuel Delgado en su casa de Huelva.LOGAN

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