Socialistas con obispo

A la jerarquía católica no le ha pasado inadvertido el cambio de posición del partido socialista sobre la familia. Y lo celebra. Lo dijo ayer el obispo auxiliar de Barcelona, Joan Carrera, en la presentación de un libro de dos socialistas vascos sobre las relaciones entre cristianismo y socialismo.

El obispo hablaba ante un escogido medio centenar de personas, entre las que se encontraban el presidente y el primer secretario del PSC, Pasqual Maragall y José Montilla, respectivamente, y muchos integrantes del lobby cristiano del PSC. Se habían dado cita en la sede del Cidob para asistir a la presentación del libro Tender puentes: PSOE y mundo cristiano, del que son autores dos socialistas vascos, Ramon Jáuregui, que es diputado a Cortes, y ex secretario general del PSE, y Carlos García de Andoín, diputado socialista procedente de Euskadiko Eskerra y teólogo.

El obispo Carrera se alegra del cambio de los socialistas sobre la familia

La asistencia del obispo Carrera al acto le dio un mayor interés por algo que él mismo señaló en su intervención. Una cosa es que haya cristianos y socialistas que coincidan en las actividades sociales o políticas, pero otra cosa es, señaló, lo que haya entre la Iglesia y el partido. Y si ha de haber puntos de encuentro entre socialismo y cristianismo, agregó, 'a ninguna de las dos partes le interesa que se produzca entre católicos marginales y socialistas marginales'. Esta posición coincidió con la que expresada por Jáuregui. El dirigente socialista vasco hizo un somero recorrido histórico para señalar que el PSOE y la Iglesia han estado tradicionalmente muy separados, cuando no ferozmente enfrentados, y que en el País Vasco los socialistas hacen actualmente serios reproches a la Iglesia. Uno de ellos es el de ser 'poco caritativa' con las víctimas del terrorismo', el de instalarse en la 'equidistancia' en el conflicto vasco y el de tener una orientación nacionalista. Pese a ello, señaló que actualmente también en el cristianismo vasco hay una 'búsqueda seria de la paz'.

Jáuregui explicó que desde principios de la década de 1990 está empeñado en recortar la distancia entre el PSOE y el socialismo. Como después recordó el primer secretario del PSC, la situación en Cataluña es muy distinta. Tanto como que entre los fundadores del PSC figuraba un fraile capuchino, Jordi Llimona, y que, más allá del PSC, figuras del PSUC tan destacadas como Alfonso Carlos Comín y Juan N. García Nieto llevaron a la práctica hace ya muchos años el acercamiento que Jáuregui predica en el PSOE.

Las intervenciones citadas, más la de García de Andoín y la del diputado socialista Josep Maria Carbonell, que presentó el acto, coincidieron en que la colaboración de cristianos y socialistas es una consecuencia lógica de que ambos se ocupan de los más necesitados en una sociedad injusta y en un mundo en el que reina la desigualdad.

Fijada esta coincidencia, Carrera mostró su satisfacción por algunas rectificaciones históricas de los socialistas. 'Me alegro de que el tema de la familia ya no sea tenido por reaccionario', dijo. Pero luego señaló que sigue habiendo diferencias entre la ética personal y familiar cristiana y la del socialismo, y ofreció diálogo sobre este asunto.

Carrera dejó para el final lo más espinoso. Lo que él mismo calificó como 'el problema escolar', que ha sido fuente inagotable de enfrentamiento entre la izquierda y la Iglesia. El obispo afirmó que la Iglesia ya no está detrás del modelo de escuela privada y clasista, pero también cree que 'no todo tiene que hacerlo el Estado'.