Muere Naranjito de Triana, un gran conocedor de todos los cantes

Naranjito de Triana, uno de los cantaores más completos del flamenco actual, falleció ayer en Sevilla a consecuencia de una trombosis. José Sánchez Bernal, de 68 años, se había retirado de los escenarios en 1998. La versatilidad de su voz, unida a su carácter disciplinado, lo convirtieron en un gran estudioso de las formas y secretos del flamenco. El cantaor será enterrado hoy en el cementerio de San Fernando.

'En este país, que se le rinde culto a los muertos, se hablarán maravillas de Naranjito de Triana; cuando en sus últimos años de profesional se le ha tratado muy injustamente', dijo ayer su amigo y también cantaor Calixto Sánchez.

José Sánchez Bernal, Naranjito de Triana, un artista preocupado por estudiar y preservar el flameco más ortodoxo, pertenece a la generación de Chocolate, Fosforito, Antonio Mairena y El Lebrijano. 'Se le criticó que tenía demasiada voz, algo que sólo puede ocurrir en el flamenco. En cualquier otro arte, el máximo siempre está ponderado; pero en el flamenco hay un montón de críticos que no tienen ni idea y, en los últimos años, les dio por ignorar a un gran profesional como ha sido siempre Naranjito', añade Calixto Sánchez.

'Ha sido un artista muy auténtico, muy digno, que ha llevado el flamenco a lo máximo', dijo la cantaora Carmen Linares. 'Era un gran trabajador. Un hombre que cantaba medío todo. Nos conocimos de pequeños, desde las galas juveniles, yo tengo dos años menos que él, y como él me ha cantado las peteneras no lo ha hecho nadie', comentó la bailaora Matilde Coral.

'Con Naranjito se ha perdido un cantaor que supo estar en la frontera entre el cante gitano y el payo, algo que realmente es muy difícil', afirma Manuel Herrera, director de la Bienal de Flamenco. 'Con él hemos perdido un pilar fundamental del flamenco del siglo XX. Desgraciadamente, ahora es cuando nos daremos cuenta de la importancia de este cantaor enciclopédico que supo tocar casi todos los registros', añadió Herrera.