El viejo matadero de Legazpi albergará un gigantesco complejo cultural y de ocio
IU critica que la mitad del futuro complejo esté reservada a zonas comerciales y de ocio
El Ayuntamiento ya ha decidido cómo va a ejecutar uno de sus proyectos más antiguos: convertir el viejo matadero de Arganzuela en un inmenso centro cultural y de ocio. Las obras transformarán el conjunto en una zona comercial y otra cultural. La parte comercial no podrá superar el 50% de todo el ámbito, un porcentaje ya excesivo, según IU. La reforma costará 124 millones de euros (20.000 millones de pesetas) y el inmenso complejo tendrá cerca de 85.000 metros cuadrados de espacio. La intención del Consistorio es que diversas entidades privadas sufraguen los gastos y ya ha entablado conversaciones con distintos organismos como Arco o la Casa del Libro.
Desde 1998, fecha en que los matarifes del matadero sacrificaron a la última vaca y las gigantescas naves quedaron vacías, sólo útiles para películas de misterio, los responsables municipales han confeccionado diversos planes para esta esquina de la ciudad y han coleccionado ya varios proyectos que distintas empresas han enviado para aprovechar los edificios. Pero ninguno ha prosperado.
Hasta ahora. El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, del PP, ya cuenta con un proyecto que califica de 'definitivo'. Dentro del espacio que ocupa el matadero hay que distinguir entre dos zonas: una comprendida entre el edificio de la Junta Municipal de Arganzuela (Casa del Reloj) y el paseo elevado del Puente de Praga, y la otra desde la Casa del Reloj hasta el final del matadero. En la primera zona, todos los edificios ya han sido rehabilitados y en la actualidad albergan distintos usos. Allí está instalada, por ejemplo, la sede del Ballet Nacional y el invernadero.
En la segunda zona -una superficie con 11 naves que ocupan 50.000 metros cuadra-dos- es donde el Ayuntamiento tiene planeada una enorme obra que costará alrededor de 124 millones de euros y que estará dividida en una parte comercial y en otra cultural. En la parte cultural, el concejal de Urbanismo tiene planeado levantar un enorme espacio que albergará 'bibliotecas, archivos, fonotecas, museos, salas de exposiciones y teatros', según el Plan Especial de Gerencia de Urbanismo aprobado por la comisión de gobierno del Ayuntamiento hace tres semanas. En la parte comercial habrá tiendas, salas de reunión, cines, hoteles y zonas de ocio.
Además, el Ayuntamiento ha unido a este plan las antiguas dependencias del mercado de frutas y verduras, sitas en la plaza de Legazpi, que albergan la sede central del Samur y los despachos de los sindicatos del Ayuntamiento. Es decir, a los 50.000 metros cuadrados que ocupan las 11 naves se sumarán los aproximadamente 35.000 metros cuadrados que ocupan las dependencias municipales de la plaza de Legazpi.
IU critica que el proyecto dedique la mitad del espacio del matadero a zonas comerciales. 'Habría que aprovechar el complejo para cubrir las necesidades de Arganzuela en equipamientos. El 75% del futuro centro debería dedicarse a la cultura, y el resto al ocio', afirma el concejal de IU, Justo Calcerrada, quien agrega: 'La inversión en el sur no tiene que acabar en el matadero, debe continuar en otros distritos como Usera'.
Ahora, el Ayuntamiento tiene que convocar un concurso público para que se presenten proyectos concretos. Las intenciones de Del Río son que una empresa se encargue de construir y gestionar la mitad comercial de las instalaciones. Para la parte cultural, el municipio llegará a acuerdos con fundaciones y entidades. Un portavoz de Urbanismo ha confirmado que el Ayuntamiento mantiene conversaciones, entre otras entidades, con Arco (exposición anual de arte contemporáneo) y la Casa del Libro.
Aunque el Ayuntamiento sostiene que éste es el último intento para reformar el matadero, no es, ni mucho menos, el primero. En 1998, el por entonces concejal de Obras Enrique Villoria, del PP, ya quiso convertir el conjunto en el 'Covent Garden Madrileño', con tiendas, cines y restaurantes. Pero los años pasaron y las naves languidecieron. El Consistorio se ha limitado a invertir pequeñas cantidades de dinero para evitar que las naves, construidas a principios del siglo XX, se vinieran abajo. El entorno se ha ido deteriorando cada vez más, con episodios como el ocurrido en noviembre de 2001, cuando la Policía Municipal reventó una fiesta satánica que un grupo de jóvenes celebraba en una de las naves.
El fracaso del Puerta de Toledo
Mientras unos proyectos emergen, otros languidecen. El mercado de Puerta de Toledo, gestionado por la Comunidad de Madrid y también ubicado en Arganzuela, presentaba ayer por la mañana un aspecto fantasmal. Apenas una decena de personas paseaban entre los 88 locales que tiene este centro comercial inaugurado hace 13 años. Muchos de los comerciantes esperaban resignados y en un ambiente silencioso a que se acercase algún cliente a su tienda. Pero no hubo suerte. A pesar de que en el mercado Puerta de Toledo hay comercios de calidad (tiendas de antigüedades, joyerías, marroquinería...) y que está situado en una zona céntrica, sus negocios no prosperan. A lo largo de los últimos cinco años, la Consejería de Economía ha hecho varios intentos por resucitar este mercado. Varios y vanos. Finalmente, muchos de los vendedores han optado por dejar los locales y han decidido prosperar en otras zonas de la capital. 'La Comunidad nos tiene completamente abandonados. No hace publicidad del mercado. Estamos en una zona muy buena, cerca del Pasillo Verde y del centro, y apenas tenemos clientes. Desde enero, ya han cerrado cinco o seis tiendas', se quejó ayer uno de los comerciantes, dueño de una joyería. El mercado de Puerta de Toledo está dividido en cinco plantas, de las cuales la segunda y la tercera están alquiladas a comerciantes. En la cuarta hay oficinas, y en la primera y la quinta, distintas dependencias de la Comunidad. Ahora, el consejero de Economía, Luis Blázquez, pretende revitalizar el mercado instalando en él la Oficina de Turismo regional, donde habrá una sala de conexión a Internet gratuita. Pero esta idea no convence a los vendedores. 'El mercado no puede tener oficinas, tiendas y, además, dependencias oficiales porque a la gente no le atrae. La Comunidad tendría que apostar por un centro comercial de verdad', opinó una de las comerciantes que tiene una tienda de ropa y accesorios. Además, para algunos de los vendedores del Puerta de Toledo, el centro tiene otro problema añadido: no tiene tiendas de alimentación ni grandes firmas que atraigan a los clientes. 'Si pusiesen un gran supermercado, seguro que vendría más gente', explicó otro tendero. Los comerciantes siguen abriendo las tiendas todos los días 'con la misma ilusión' a la espera de que, por fin, la Comunidad tome una decisión que revitalice el mercado.
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