Fiscales y jueces progresistas advierten de que Pilar Ramírez está señalada aunque vuelva a la judicatura

La revocación de la expulsión de la ex decana de Marbella, Pilar Ramírez, de la carrera judicial, ha sido acogida con preocupación por las asociaciones progresistas de jueces y fiscales, que consideran que 'el prestigio y la necesaria imparcialidad que debe ofrecer un juez no están garantizados en su caso'. La juez, que fue sancionada por no abstenerse de tramitar asuntos en los que su familia tenía intereses indirectos, podrá volver a la carrera judicial en febrero de 2003, fecha en que cumple la sanción de tres años de apartamiento de la judicatura por la que el Supremo ha permutado la expulsión.

El presidente de la Unión Progresista de Fiscales y teniente fiscal de Málaga, Antonio Morales, entiende que 'un juez nunca puede estar cuestionado por la sociedad y menos por las partes de un proceso'. 'Si se pierde la idea de imparcialidad que tiene que presidir la labor de un juez, su carrera tiene mal porvenir, porque se enfrenta a la posibilidad de ser recusada con asiduidad, aunque algunas veces lo sea sin razón', comenta.

La portavoz de Jueces para la Democracia en Andalucía, Inmaculada Montalbán, manifestó que su agrupación espera conocer el texto de la sentencia para hacer una valoración de fondo, pero incidió en la necesidad de que la carrera de Ramírez en el futuro se desarrolle en un puesto donde 'no conozca asuntos en los que esté implicado el Ayuntamiento de Marbella'. 'Eso contribuiría a normalizar la vida judicial en esa ciudad y eliminaría los motivos para cuestionar su independencia', razonó.

La expulsión de Pilar Ramírez de la carrera judicial, que ahora ha revocado el Supremo, fue aprobada a finales de enero de 2000 por el pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con 12 votos a favor y nueve en contra.

La acusación contra la juez, que poco antes se había incorporado a la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga -la que por entonces dirimía todos los asuntos relacionados con el Ayuntamiento de Marbella-, se basaba en que había intervenido en diligencias en las que favoreció al ayuntamiento, con el que familiares suyos habían tenido relaciones representando a personas o entidades que suscribieron importantes convenios urbanísticos.

Ramírez no podrá volver en febrero de 2003 a su plaza en la Sección Segunda, al haber perdido el derecho sobre ella en los tres años que dura su sanción. Sin embargo, al superar Marbella los 100.000 habitantes de derecho, no habrá inconveniente en que siga en esta ciudad, donde ejerce como abogado su hermano, Juan Carlos Ramírez Balboteo, y donde su padre, el ex oficial de los juzgados Juan Ramírez, mantiene importantes negocios.

Causa pendiente

Pero la juez tiene aún un asunto pendiente con la justicia; el caso Milauto, que arrancó con una querella criminal de la Fiscalía Anticorrupción por detención ilegal y prevaricación. El asunto se refería a una orden de prisión incondicional dictada por la juez contra dos ciudadanos extranjeros con los que supuestamente su familia mantenía relaciones de negocios. La medida fue considerada ilegal por el fiscal porque Pilar Ramírez no instruía ese asunto, y aprovechó un día en que su juzgado estaba de guardia para dictar la orden de prisión en contra del criterio del juez asignado al caso, que había dejado a ambos en libertad.

Después de que Anticorrupción destapara el asunto, el expediente siguió un alambicado recorrido: El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, decidió que Anticorrupción no era competente para investigarlo y lo pasó al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), donde el entonces fiscal jefe, Luis Portero -asesinado por ETA algunos meses después- tuvo que remitir la querella que formuló a la Fiscalía de Málaga después de que Ramírez perdiera su condición de aforada en enero de 2000 tras ser apartada de la carrera judicial. Pese a que la fecha de la prescripción estaba cercana, la Fiscalía de Málaga tardó aún unos meses en remitir la querella al Juzgado de Instrucción Número 7 de Marbella, que actualmente es quien instruye el caso, sin que hasta ahora se haya dictado su archivo o la apertura de juicio oral.

Reacciones en Marbella

En Marbella, el regreso a la carrera judicial de Pilar Ramírez ha sido acogido con satisfacción en el entorno del alcalde Jesús Gil y con estupor entre los representantes de la oposición municipal, informa Meme del Río. El alcalde en funciones, Julián Muñoz, valoró positivamente el viernes la decisión del Tribunal Supremo de anular la expulsión de la judicatura de la ex decana de los juzgados. 'Me parece muy bien', dijo Muñoz, sobre quien recae la responsabilidad de gobernar el ayuntamiento tras la inhabilitación de Jesús Gil.

Una opinión muy diferente fue la planteada por la portavoz del grupo municipal socialista en el ayuntamiento, Isabel García Marcos, quien consideró 'un error' la decisión adoptada por el Tribunal Supremo. 'La acataremos, pero no me parece que personas así deban estar en la carrera judicial', señaló la concejal socialista. 'Creo que es incapaz de mantener la independencia, prudencia y objetividad que requiere la administración de justicia, y no creo que ni en 20 años modifique sus principios, contrarios a los que debe tener un juez', apostilló García Marcos.

El concejal del PA, Carlos Fernández, indicó que respeta la decisión del Supremo, aunque confió en que Ramírez 'no esté más ligada al termino municipal de Marbella', ya que a su juicio eso 'enturbiaría el buen nombre de la judicatura'.