1.200 personas murieron el año pasado en accidentes domésticos y de ocio

En 2001 se produjeron en España 230 accidentes domésticos y de ocio cada hora. Muchos más que accidentes laborales (115 por hora) o de tráfico (20). En total, más de dos millones de caídas, cortes, golpes, quemaduras, luxaciones y otros percances. En 2000 hubo poco más de un millón y medio de estos accidentes. La directora general de Consumo, María Dolores Flores, presentó ayer en conferencia de prensa el informe anual sobre accidentes domésticos y de ocio. Fallecieron 1.209 personas y el 4,4% de los accidentes mandó al hospital al que lo padeció.

El estudio, realizado con entrevistas en más de 50.000 hogares (30.000 menos que el año anterior), tiene carácter estadístico, no es un recuento. Refleja que la mayoría de los accidentes se produjo en agosto, diciembre y abril, los meses de vacaciones, cuando la gente está en su casa. El 51,7% de los accidentes se produjo en el interior del hogar; el 18,5%, en la calle, y el 12,1%, en zonas deportivas.

La mayoría de los accidentes los sufren las mujeres (57,2%). El 45,1% de los que sufrieron un accidente quedaron con alguna secuela. El grupo de edad que acapara un mayor número de accidentes domésticos es el que se comprende entre los 25 y los 44 años de edad. Y aumenta cada año. Si en 1996 suponían el 20,89% del total, en 2001 supusieron el 31,97%. Flores señaló que este incremento se debe 'a que cada vez más gente de esa edad practica deporte, muchas veces sin preparación, y muchas veces, deportes de riesgo'. También apuntó al bricolaje como causa de este aumento.

Flores se felicitó porque disminuyera el número de accidentes entre los menores de un año. Si en 1996 representaban el 0,5%, en 2001 fue el 0,17%. Apuntó como una de las causas 'la mejora en el control sobre los juguetes'.

El 48% achacó al azar -se supone que a su falta- la causa del percance. El 21,2%, a la imprudencia propia, y el 18,4%, a un descuido. El 43% de los encuestados manifestó que no había adoptado ninguna medida de prevención futura, mientras que el 32% aseguró tener miedo ante la posible repetición de percances similares. Sólo un 7,3% decidió cambiar de hábitos como prevención.