Un examen final con público
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La joven Aula de Arte Dramático del Ayuntamiento de Madrid acaba de sellar su primera cosecha de actores aficionados. Y, como si de un examen final se tratara, sus 180 retoños han empezado a turnarse en un ciclo llamado Espacio Abierto, en el que cada viernes por la tarde unos cuantos alumnos despliegan lo aprendido en la escuela, ante un público fiel de familiares y amigos. 'Es como un trabajo de final de trimestre', dicen los propios alumnos.
De hecho, la nueva remesa de actores desvela sus dotes teatrales en la sede de la propia escuela, en el número 21 de la calle de Mejía Lequerica. Ayer mismo, siete alumnos de 18 a 23 años apuraban la mañana repasando escenas de Lisístrata, de Aristófanes, obra que por la tarde habrían de representar ante el público.
El tirón del Aula se debe a sus precios y a la metodología de los profesores
Miguel Caminero, de 19 años, dejaba entrever por qué ha sido uno de los alumnos que han obtenido las mejores calificaciones en el último trimestre. Se movía con soltura, sin miedo escénico. Y eso que su encuentro con el aula no fue premeditado: 'Yo entré aquí por casualidad', rememoraba ayer, en el descanso de la escena que compartía con Paula de León, de 20 años. 'Vine a dejar publicidad de un teatro pequeño con el que yo colaboraba, Lagrada, y como me meto en todo, entré y me informé. A los pocos días me seleccionaron y ahora me alegro mucho', afirmó. En opinión de Miguel, lo más apasionante del curso que está a punto de finalizar es la asignatura de Historia del Teatro y las prácticas de acrobacia.
Bárbara Díez, de 20 años, también ha gozado con los alardes gimnásticos, por muy maltrecha que la hayan dejado. 'En acrobacia nos meten cañita, pero mola. Yo tengo tendinitis de hacer el pino sobre las manos o las rodillas de un compañero, pero no me importa', aseguró. Bárbara ingresó en el Aula de Arte Dramático 'de rebote', según propia confesión. 'Hice las pruebas para entrar en la RESAD [Real Escuela Superior de Arte Dramático] y obtuve un 6,5, o sea, que me quedé a un punto de la calificación que pedían para ingresar; por entonces mi hermana oyó hablar de esta escuela y estuve llamando sin éxito varios días hasta que al final me informaron y entré', detalló.
A su lado, Tamara Cabezudo, de 20 años, se revolvía ayer nerviosa. Espacio Abierto ha significado su estreno como actriz con público. La semana pasada se fogueó con una radionovela. 'No tuve que hacer casi nada, así que esta tarde [por la de ayer] será el gran día', esperaba. Esta joven de ojos grandes y azules confiaba, al menos, en que la luz de los focos no le permitiesen distinguir a sus conocidos en el patio de butacas, 'para no aumentar los nervios'.
El resto de estudiantes con papel en Lisístrata, María Ortega, Primo José Mañana y Elena García, sueña con dedicarse al teatro por entero, de ahí que aspiren a completar el ciclo de tres años de la escuela municipal. Además del grupo senior (de 16 a 21 años), hay otras categorías de estudiantes: infantil (de 6 a 11 años), junior (de 11 a 16) y el nivel profesional, con muchas más asignaturas y horas de clase. El director del aula, Guillermo Alonso del Real, no podría estar más satisfecho: 'Ha sido todo un éxito porque hemos tenido muchos alumnos y una larga lista de espera'. Y el curso que en ciernes llega cargado de novedades: 'Subirá el precio de la matrícula, pero bajarán las cuotas mensuales; pondremos un examen de ingreso para comprobar que los aspirantes se lo toman en serio, y crearemos un grupo de alevines independiente del infantil'. Aparte, las buenas notas tendrán premio. Los alumnos que obtengan calificaciones brillantes podrán beneficiarse de reducciones en el precio. Un espacio anejo servirá para aliviar la lista de espera. Del Real calcula que podrá dar cabida a 40 o 50 nuevos alumnos. 'Hemos conseguido un poco de espacio recuperando un antiguo almacén que hemos convertido en un aula de 100 metros cuadrados para hacer prácticas', apuntó.
El tirón del Aula de Arte Dramático se debe a sus precios asequibles y a los 11 profesionales que imparten clase, al decir del director. 'Nosotros llevamos una línea poco basada en cuestiones psicológicas, huimos un poco del método, preferimos trabajar más la cultura teatral y la técnica, e insistimos en acentuar la formación en teatro clásico, que apenas se da en otros sitios', aclaró Del Real.
Algún alumno del nivel profesional participó ayer con sus profesores en una representación teatral mañanera, la de El deleitoso, de Lope de Rueda, en la versión de Guillermo Alonso del Real. Este montaje, que lleva en marcha lo que va de abril, tiene como público a chavales de colegios e institutos de la capital. 'Lope de Rueda y el siglo XVI les interesa mucho, aunque a priori parezcan chicos reacios', señaló el profesor de interpretación Javier Botella, de 35 años.
En El deleitoso participa un estudiante del Aula de Arte Dramático, Diego Jiménez, de 22, porque es uno de los más brillantes de la escuela. 'Empecé junto a Guillermo cuando tenía 14 años y ahora en la escuela he podido profundizar en todo lo que aprendí', afirmó. No en vano los propulsores de la escuela no se conforman con que una carretada de jóvenes aprendan las claves del teatro, sino que promocionan a los estudiantes de mayor nivel dentro del grupo y les introduce en compañías 'para que vayan haciendo sus primeros pinitos profesionales en los teatros de Madrid', dijo el director.
Más información, en el teléfono 91 588 85 82 - 46 y en la web www.ofiteatro.org.
Biografías teatrales en blanco
Ya está abierto el plazo de preinscripción para los alumnos nuevos del Aula de Arte Dramático. Hay dos posibilidades: una para gente sin biografía teatral y un ciclo profesional para jóvenes con experiencia en el mundo del teatro. En el apartado de la formación básica, los alumnos se irán agrupando por edades: los alevines (de 6 a 8 años) se dedicarán al juego dramático, dos horas a la semana en una misma tarde (35 euros de matrícula y 22,25 de cuota mensual); los infantiles (de 9 a 11 años) jugarán también y abordarán los fundamentos de la interpretación, también durante un día cada semana (dos horas) y por el precio de los alevines, y los aprendices de actores junior (de 12 a 14 años) y los senior (de 15 a 22 años) recibirán clases de interpretación, ortofonía y dicción y expresión corporal, a un ritmo de cuatro horas semanales, en dos días alternos (45 euros de matrícula y 34 como cuota mensual). El ciclo profesional es mucho más amplio y costoso; el elenco de profesores forjará a actores jóvenes con 16 horas de clase a la semana (180 euros de matrícula y 133,50 al mes), distribuidas entre voz y canto, expresión corporal, interpretación, análisis de texto dramático, preparación física, ortofonía y dicción. Los pretendientes senior y profesionales deberán someterse a 'unos exámenes teóricos y prácticos' para ser admitidos, en tanto que los alevines, infantiles y junior quedarán seleccionados por orden de preinscripción. El plazo para apuntarse termina el 10 de mayo. El examen será el día 3 de junio.
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