Los Consejos Económicos y Sociales reclaman una negociación que pacifique Oriente Próximo
La región euromediterránea necesita crear 45 millones de empleos en 10 años, según Rambla
Las conclusiones de la 7ª Conferencia Euromediterránea de Consejos Económicos y Sociales celebrada en marzo en Atenas, presentadas ayer en Valencia, reclaman que se reanuden las negociaciones para lograr la paz en Oriente Próximo como paso imprescindible para crear 'un área de prosperidad compartida' entre los países de las dos riberas del Mediterráneo. Roberto Confalonieri, del CES europeo, dijo que previo a la creación de una zona de librecambio es necesario un pacto de paz duradero. Confalonieri condenó la asociación entre terrorismo e islam y pidió que se cumplan las resoluciones de la ONU.
El proceso de paz en Oriente Próximo debe apoyarse, según el documento final de Atenas, en las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas 242 y 338 por las que Israel debe retirarse de los territorios palestinos. En las conclusiones se denuncia además 'toda tentativa de confundir los fenómenos terroristas con determinadas convicciones religiosas o características culturales' por lo que, según el responsable del CES europeo, no se puede asociar terrorismo con islam. 'La responsabilidad de los actos terroristas es de quien los comete', subrayó. 'No es una declaración anodina, sino muy comprometida con los aspectos económicos y el proceso de paz', agregó Confalonieri.
La cumbre de Atenas plantea a lo largo de su articulado una batería de medidas económicas y sociales que faciliten los acuerdos de asociación euromediterránea. En primer lugar el apoyo de los CES europeos para estructurar una sociedad civil que ayude a sus respectivos gobiernos a consolidar los procesos democráticos en los países del sur, dado que en los últimos años se han producido retrocesos. 'Europa se está alargando al Este, pero no tiene futuro sin el resto del Mediterráneo', apuntó el dirigente italiano.
Zona de librecambio
Los CES apuestan además por el establecimiento de una zona de libre comercio en 2010 y la reducción de la deuda externa de los países de la cuenca sur 'para conseguir un área de prosperidad compartida', de acuerdo con el proceso impulsado en 1995 en la cumbre de Barcelona. Confalonieri consideró necesaria la colaboración tanto económica como social y precisó que algunos países europeos están rebajándo la deuda exterior en estos países a cambio de la aplicación de programas con beneficios sociales.
En el articulado se destaca también la importancia de las empresas como agentes de primer orden en el crecimiento, la creación de empleo, la promoción de reformas económicas y sociales y la liberalización progresiva de los mercados, entre otros puntos.
El consejero de Economía de la Generalitat, Vicente Rambla, presente en la apertura del acto, abundó de nuevo en la necesidad de alcanzar la paz puesto que la zona euromediterránea 'necesitará crear 45 millones de empleos en los próximos diez años para mantener su actual nivel de riqueza'.
Rafael Ferrando, presidente de Cierval, recordó que el apoyo de los empresarios al proceso de Barcelona 'ha sido total. Un proyecto de tal alcance político no puede realizarse sin la adhesión de los actores económicos y de la sociedad en su conjunto'. Según Ferrando, 'desarrollar la cooperación entre las dos orillas es una preocupación constante de las organizaciones empresariales, tanto europeas como del Mediterráneo Sur'. De hecho, en los últimos siete años se han celebrado de manera regular cumbres empresariales euromediterráneas, la primera, organizada por la CEOE, celebrada en Valencia en octubre de 1995, antes incluso, según Ferrando, de la Conferencia Ministerial Euromediterránea de Barcelona, que alumbró el Proceso Mediterráneo. En este sentido, el responsable de Cierval anunció que una representación empresarial presentará el lunes al presidente del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores, el español Josep Piqué, las conclusiones de la cumbre en la V Conferencia Ministerial Euromediterránea, donde no estarán presentes ni Siria (en protesta por la presencia de la delegación israelí) ni tampoco Líbano.
En este sentido, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, solicitó ayer al embajador de la República Árabe de Siria, Mohsen Bilal, su mediación para que el Gobierno sirio participe en la conferencia de Valencia. La alcaldesa se entrevistó por la mañana con Bilal, que acudió acompañado por una delegación de empresarios y profesionales sirios con negocios en España. El embajador reiteró a la alcaldesa la oferta del Gobierno sirio a la UE de organizar una cumbre euroárabe.
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