López pedirá hoy a Ibarretxe lealtad del PNV en su relación con el PSE

El nuevo secretario general del PSE, Patxi López, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, mantienen hoy su primera reunión oficial y no será de pura cortesía. La impresión que ambos extraigan de la cita marcará de forma importante, tanto como los resultados concretos, el futuro inmediato de las relaciones entre el PSE y el PNV. López pedirá a Ibarretxe que comprometa a su partido en una relación de respeto, seriedad y lealtad, que haga irrepetibles episodios como la bronca por el Ararteko.

Junto a la preocupación socialista por el discurso soberanista del nacionalismo, otras tres cuestiones estarán hoy sobre la mesa: el episodio del Ararteko, la revitalización de Udalbiltza y la propuesta de moción municipal contra las amenazas a cargos locales redactada por el presidente de Eudel, el peneuvista Karmelo Sainz de la Maza.

Son todos ellos asuntos que han levantado en el PSE desconfianza y serias dudas sobre el compromiso real de los nacionalistas con los acuerdos alcanzados en la reunión institucional con el lehendakari del 22 de febrero y los sellados luego en el Parlamento para la designación de cargos institucionales.

Los socialistas quieren seriedad y garantía de cumplimiento de los compromisos adoptados o que se adopten en el futuro. Fuentes del PSE señalan que el camino abierto por aquella primera reunión entre los partidos e Ibarretxe, muñida en gran parte por el entonces presidente de la gestora socialista, Ramón Jáuregui, no aparece en absoluto despejado. Los socialistas no cuentan ya con bazas de primera mano para negociar -han resuelto ya los problemas presupuestarios de Vizcaya y Guipúzcoa y los del Gobierno vasco al permitir con su abstención la aprobación de las medidas complementarias-.

Episodios muy recientes han encendido las alertas de los socialistas, para quienes internarse por un sendero de acuerdos o acercamiento al PNV puede tener un coste tanto interno como electoral. 'La recuperación de la normalidad en las relaciones con el PNV sólo será posible si ellos las abordan desde el respeto, la seriedad y la lealtad', es la reclamación del PSE.

En el listado de agravios, este partido coloca en primer lugar el episodio del Ararteko y su adjunto. 'No se puede humillar a un partido', señalan fuentes del grupo parlamentario socialista, que responsabiliza directamente al portavoz del PNV, Joseba Egibar, de no haber cuestionado el nombre de Alberto Buen, propuesto por el PSE para adjunto, hasta después de haber tenido 'en el bolsillo' la designación del candidato del tripartito para dirigir la institución. En ese terreno, López exigirá a Ibarretxe un compromiso, tanto por su parte, como por la de la interlocución que se establezca con el partido o con el grupo parlamentario nacionalista.

La revitalización de Udalbiltza y la 'insuficiente' redacción de la moción de Eudel, aún en fase de discusión, así como las resistencias nacionalistas a aceptar algunas propuestas en la comisón de seguridad son otros asuntos que inquietan a la nueva dirección del PSE y sobre los que López pedirá concreciones y definición a Ibarretxe. Sin garantías reales, la comisión del 22 de febrero puede quedar desactivada, llegan a apuntar algunas fuentes de la dirección socialista.