El consejero de Transportes afirma que ignora cuánto costará la M-45

Luis Eduardo Cortés, consejero de Transportes y vicepresidente del Gobierno regional, aseguró ayer en la Asamblea que ignora el coste total de los tres tramos que componen la nueva autovía M-45, porque aún no puede conocerse el número de vehículos que pasarán por ella y, en consecuencia, el efecto del llamado peaje en la sombra. Además, dijo, aún no se han cerrado las cuentas. El socialista Julián Revenga replicó que sus propios cálculos apuntaban a un coste de financiación a 25 años superior a 1.000 millones de euros.

El diputado Revenga, antiguo consejero de Transportes en el Gobierno socialista de Joaquín Leguina, había llevado al pleno una pregunta en la que se interesaba por 'el coste estimado de financiación a 25 años de los tres tramos que componen la recientemente inaugurada M-45'. Ese coste se pagará con el llamado peaje en la sombra: las empresas adjudicatarias adelantan el dinero, y luego es el Gobierno regional (no el usuario) el que va pagando un canon que se establece en función del número de vehículos que circulan por la carretera en cuestión. El consejero Cortés contestó a Revenga que aún quedan tres meses para cerrar las cuentas. Y le abrumó con datos sobre el número de coches que estaban utilizando la autovía.

'Cada día', enumeró el vicepresidente regional, 'pasan por la M-45 un total de 69.450 vehículos'. Unas cifras que, según sus palabras, van aumentando constantemente: si en las primeras semanas la media había llegado a 62.216, en los últimos quince días el número de vehículos ha subido a casi 70.000. En opinión de Cortés, esas cifras seguirán aumentando progresivamente.

'Irresponsabilidad'

Julián Revenga, en tono ácido, reprochó al consejero que no le contestara a su pregunta. Y, ya que no le aportaba datos, se ofreció a ilustrarle con sus propias cifras: 'La autovía', clamó el parlamentario del PSOE, 'se adjudicó por 348 millones de euros. Y se le ha ido a 525 millones, con un año y medio de retraso, lo que supone que la previsión se le ha desviado en casi un 51%. En un 50,9%, para ser exactos', puntualizó Revenga. Según los cálculos de Revenga, 'la factura final ascenderá a 1.048 millones de euros con una financiación a 25 años'. Cifra que, dijo el diputado socialista, 'da un ejemplo más' de la 'irresponsabilidad' del consejero. 'A usted', añadió, 'le gustan los lujos. Conocemos sus lujos. Todo lo que usted toca es más caro y tiene menos rentabilidad social'.

Visiblemente enojado, Cortés reprochó al parlamentario del PSOE que hubiera utilizado los últimos segundos de su intervención a hablar del asunto de la reciente huelga del transporte de viajeros por carretera, y, ya refiriéndose a la M-45 y elevando el tono de voz, aseguró: 'Es imposible calcular el coste total [de esta nueva autovía] porque ignoramos el número de vehículos que circulan por ella y, en consecuencia, ignoramos el efecto del peaje en la sombra. Y, además, no hemos cerrado aún las cuentas', concluyó el consejero.

Ley 'antibotellón'

Por otra parte, las enmiendas a la totalidad del proyecto de Ley de Drogodependencias (conocido como ley antibotellón), presentadas por IU y el PSOE, fueron rechazadas por 50 votos del PP contra 43 de la oposición. El consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, argumentó que el texto del Gobierno es 'un proyecto sólido, progresista, avanzado, moderno y valiente'. Para Echániz, el proyecto de ley madrileño, a diferencia de otros similares de otras comunidades autónomas, ofrece como novedad que las sanciones por incumplir el precepto de no beber alcohol en la calle se orientan hacia trabajos en beneficio de la sociedad.

No opinaban igual los diputados de la oposición. Caridad García Álvarez, de IU, criticó la rapidez con la que se ha elaborado la ley y la tachó de parche para atajar el problema puntual del botellón. Su compañero del PSOE, Eduardo Sánchez Gatell, opinó que el proyecto se había elaborado sin consultas a los sectores afectados, que carece de un plan de prevención y atención, que establece unas sanciones demenciales y que llega a extremos absurdos. 'Con esta ley', dijo, 'una familia no podría ir a tomarse una tortilla y unas cervezas a la Casa de Campo'.

El popular Javier Rodríguez, recriminó a los socialistas que defendieran en otras comunidades lo que critican en Madrid.