Fanjul: 'Nada me obligaba a renunciar'

Óscar Fanjul, que representaba a Alicia Koplowitz en el consejo del BBVA y que presentó el pasado miércoles su dimisión, envió una carta a los medios de comunicación en la que hace las siguientes puntualizaciones:

1. En ningún momento tuve el más mínimo conocimiento, hasta mucho después de que se contrataran los fondos de pensiones mencionados, de la existencia de ningún tipo de fondos pertenecientes al banco no reflejados en su contabilidad.

2. En ningún momento tuve, al constituirse los fondos de pensiones, la más mínima impresión de que ello pudiera entrañar irregularidad de ningún tipo.

Su constitución se me presentó, sin ningún matiz o componente de ocultación, por el copresidente Ybarra, a la sazón copresidente de la Comisión de Retribuciones, como algo decidido en el contexto del proceso de fusión y motivado por los ajustes en el régimen de remuneración del Consejo que iban a producirse (y que iban a suponer una reducción de las remuneraciones de los consejeros procedentes del BBV, y un incremento de las correspondientes a los procedentes de Argentaria).

Dicha modalidad de retribución estaba contemplada en el Estatuto del Consejero del Banco. Además, la forma en que todo se instrumentó fue, también, absolutamente normal. Siempre di por supuesto que los fondos de pensiones contratados figurarían como remuneración recibida por miembros del Consejo en las cuentas y memoria anual del ejercicio.

3. La constitución de los fondos de pensiones tuvo lugar en marzo de 2000, y desde luego mi intención era incluir las cantidades que correspondieran en la declaración de la renta a formular en junio de 2001. Pero, como es sabido, la operación quedó meses después sin efecto. El Banco incluyó como propias las cantidades aportadas en sus cuentas del ejercicio 2000 y tributó por ellas, quedando regularizada la situación. Al hacer mi declaración de la renta correspondiente al año 2000 no incluí, lógicamente, algo que finalmente no había recibido. La información que me facilitó el banco a efectos de la declaración tampoco incluyó, con toda lógica, nada relacionado con los fondos de pensiones. En definitiva, mi comportamiento fiscal fue el correcto.

4. En cuanto fui informado de la existencia de algún problema en relación con los citados fondos de pensiones, fui el primer interesado en que se procediera de inmediato a regularizar la situación. En ese momento di particular importancia a la decisión de comunicar todo lo ocurrido al Banco de España.

5. Estoy convencido de que el relato de los acontecimientos hasta aquí expuesto coincide con lo vivido por otros consejeros, que desconocían, como era mi caso, la existencia de irregularidad alguna.

6. No obstante todo lo anterior, he presentado mi renuncia al cargo de consejero del banco, de la misma manera que lo han hecho otros miembros del Consejo de Administración.

Creo sinceramente que nada me obligaba objetivamente a ello. Ni he sido expedientado por el Banco de España, ni estoy incurso en situación alguna de la que, de acuerdo con el Estatuto del Consejero, resulte ningún deber de renuncia. Muy al contrario, deseo ratificar que he actuado en todo momento de modo honorable, leal y respetuoso de la legalidad.