Tres detenidos y un rastro de fuego en el Calderón
Tres detenidos, un rastro de humo, el olor del plástico quemado y un montón de cristales rotos es el balance final de lo que empezó como una rutinaria protesta del grupo fanático Frente Atlético contra el presidente rojiblanco, Jesús Gil. En el descanso del choque, algunos miembros de esta peña se retiraron a los vomitorios como protesta contra Gil mientras otros seguidores radicales se quedaban en sus asientos. Los más violentos trataron de convencer por la fuerza a los reticentes. Se organizó una pelea a puñetazos que los empleados de seguridad del club y la policía consiguieron controlar. Tras los incidentes, algunos seguidores del Frente, para 'vengar a un compañero agredido por la policía', según uno de sus miembros, intentaron quemar su antigua sede en el club. Una vez fuera del estadio incendiaron varios contenedores de basura y destrozaron varias lunas. Tres personas fueron detenidas y dos policías resultaron heridos.
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