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Reportaje:

Latas abiertas al exterior

Conservas Peña planea alianzas con otras compañías de la mano de F. Tapias

El Grupo Fernández Tapias, de negocio fundamentalmente naviero, se ha convertido en accionista único de Conservas Peña con la intención declarada, además de sanear la compañía y abrirle horizonte con un plan estratégico para los próximos cuatro años, de estimular y participar en el proceso de concentración de empresas del sector que, con insistencia, se viene reclamando en los últimos años. 'Hay que reordenar el sector en beneficio de todos', apunta Francisco J. Gonsálbez, consejero delegado de la conservera.

Conservas Peña está radicada en Vilaxoán-Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), tiene 125 empleados y venía facturando en los últimos ejercicios entre 1.500 y 1.800 millones de pesetas que no la sacaban de los números rojos. En otros tiempos fue próspera. F. Tapias ha ido aumentando su participación en ella desde que hace 10 años compró el 10% del capital. Ahora ya era el accionista mayoritario. Una reciente inyección de 10 millones de euros en una ampliación de capital ha convertido al grupo naviero que preside Fernando Fernández-Tapias en accionista único de la conservera.

La empresa quiere establecer acuerdos con otros grupos conserveros, con proveedoras de materia prima y con la gran distribución
El nuevo plan estratégico proyecta inversiones superiores a los 12 millones de euros para los próximos cuatro años

La compañía quiere desandar el camino de los últimos tres años. Entonces apostó por el atún. Ha tratado de aprovechar el potencial de otra empresa del grupo, Navipex, que dispone de una planta en Ecuador con capacidad para procesar hasta 6.000 toneladas anuales de lomos de atún, 'pero ese mercado está muy difícil, no podemos competir con los grandes del sector: Calvo, Garavilla, Jealsa...', admite Andrés Luna, consejero delegado del Grupo F. Tapias.

La compañía venía acumulando pérdidas y encontronazos. 'Venimos de un pequeño caos', confiesa Gonsálbez, 'pero no queremos mirar al pasado'. Ahora no renuncia a seguir fabricando derivados de atún, pero quiere ampliar la gama a la sardinilla, la caballa, la anchoa... De origen nacional para el mercado español y para la exportación, de origen marroquí, para cuyo suministro la conservera ha cerrado ya importantes alianzas. Quiere extenderlas a otras compañías del sector en España, a las proveedoras de materia prima y a las de la gran distribución.

El plan estratégico que Conservas Peña se ha dado para los cuatro próximos años contempla un presupuesto de inversiones superior a los 12 millones de euros. La planta de Vilaxoán puede procesar hasta 12.000 toneladas anuales y el objetivo es alcanzar una facturación superior a los 30 millones de euros al final de los cuatro años. La compañía espera tener beneficios en el actual ejercicio. 'Estamos muy ilusionados', dice Francisco J. Gonsálbez.

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