Viaje a la prehistoria desde Pinto

Aprender la historia más lejana no tiene por qué ser aburrido. Ése es uno de los principales descubrimientos del Parque Arqueológico de Pinto, un recinto de 18.000 metros cuadrados enclavado en el Parque Juan Carlos I, que ofrece al visitante la posibilidad de hacer un recorrido por el pasado y ser testigo de cómo vivían nuestros antepasados. Unos abrigos con pinturas paleolíticas, un poblado neolítico, una granja romana y un conjunto de cabañas prehistóricas son algunas de las recreaciones.

La filosofía de este parque arqueológico, único en su concepción en la Comunidad de Madrid y gestionado por Palorama (la misma empresa que lleva el parque arqueológico de Atapuerca), es, según el concejal de Cultura, Juan Tendero, que los visitantes puedan 'tocar' la historia y conectar con los distintos hábitats de nuestros antepasados. Para ello, se han seleccionado las distintas etapas históricas documentadas en los diferentes yacimientos de este municipio de 31.000 habitantes.

La visita comienza con un recorrido por el centro de interpretación, donde a lo largo de una serie de paneles se explican de forma sencilla las características de los periodos que se van a ver y las distintas técnicas que dominaban los hombres de aquel entonces.

Ya al aire libre, el visitante puede ver un abrigo con pinturas paleolíticas. Se trata de reproducciones de pinturas aparecidas en el levante español, dice Alfonso Esquivel, responsable de actividades del parque. Además, se hace una exhibición de cómo hacían fuego (frotando dos piedras o con madera) y de cómo tallaban las herramientas de sílex.

Tras el abrigo rocoso hay una cabaña neolítica que los visitantes están construyendo poco a poco con palos y barro. 'Aprenden que en esta etapa el hombre se hace sedentario, que ya cultiva la tierra y domestica animales', dice Esquivel.

La granja romana (un alzado de la que se encontró en el barrio de la Indiana) es una casa rural articulada en torno a un patio central. Las distintas habitaciones recrean el ambiente según la utilidad que se presupone a los restos encontrados. Finalmente, se accede al poblado visigodo, que es también una recreación del yacimiento de Parque Europa. Todos los ambientes están repoblados con vegetación y animales del periodo histórico.

Pero además de perseguir que los visitantes aprendan historia, este parque quiere explicar al público las labores arqueológicas. Por ello se han reproducido también una calzada romana y el yacimiento de Tinto Juan de la Cruz, que muestra la estructura de una villa romana del siglo IV con la ocupación posterior que hicieron los visigodos para crear una necrópolis en la misma zona.

Y una de las grandes bazas del parque de Pinto la constituyen sus talleres didácticos. De momento, cuenta con el de fabricación de flechas neolíticas, pero la idea es ampliarlos, entre otras opciones, con pintura rupestre, curtido de pieles y creación de utensilios de barro.

Parque Arqueológico de Pinto. Parque Juan Carlos I (Pablo Picasso, s/n). Sábados y domingos, visitas guiadas a las 11.00, 12.00, 13.00, 17.00 y 18.00. De martes a viernes, visitas concertadas con centros escolares. Precio: individual, 3 euros, y de grupo (a partir de siete personas), 2,5 euros. Teléfono 91 692 62 05.