Conversaciones con un cineasta precoz

Cuando escuché las cintas de casi doce horas de mis conversaciones con Alejandro Amenábar tuve la sensación de que eran las confesiones de un chaval haciendo sus primeras películas, algo que se aleja bastante de la imagen del director de éxito que es hoy en día Amenábar'. Oti Rodríguez Marchante, crítico de cine del diario Abc, ha reunido en el libro Amenábar, vocación de intriga (Páginas de Espuma) los diálogos que mantuvo durante varios días con el joven director en septiembre del año pasado.

No se conocían. 'El libro es un encargo', explica Marchante. 'Accedí a hacerlo después de ver Los otros. El proyecto es anterior, pero yo no quise tomar una decisión hasta saber si me iba a gustar su tercera película. Me gustó, así que lo hicimos'. El resultado es 'una especie de autobiografía' en la que Amenábar (Santiago de Chile, 1972) y Marchante hablan a lo largo de 200 páginas de cine, del cine del propio director y del cine que le ha inspirado desde que empezara a hacer cortometrajes con sus compañeros de la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid hasta ahora. Sus referencias y sus preferencias. De Stanley Kubrick a Martin Scorsese ('a Scorsese le pongo pegas. Seguro que se me echa alguien encima y es que se trata de algo que discuto mucho con José Luis Cuerda', dice Amenábar en el libro), Woody Allen ('si hablamos del cine que disfruto, otra cosa es el cine del que aprendo y saco conclusiones para mis películas, Woody Allen es uno de mis cineastas favoritos'), Michael Haneke ('Funny games es una película que me dejó completamente traumatizado... Es lo que en Tesis no me atreví ni me hubiera atrevido jamás a hacer'), James Cameron ('yo lo comparo con el David O. Selznick de hoy día. Una película como Titanic puede haber sido su peor castigo, es un hombre obsesionado con la superación y le será difícil superarla') o Ken Loach y Costa Gavras ('Mi cine no es político, mi generación viene marcada, inevitablemente, por el caos y la dejadez').

'Encierra cierto peligro hacer un libro sobre un director que sólo ha hecho tres películas'

Amenábar habla de las raíces de su vocación, de sus amigos y colaboradores, de sus experiencias (especialmente la complicada gestación de Los otros) y de cómo ha ido madurando una carrera que arrancó en los pasillos de la universidad con tres cortometrajes: La cabeza, Himenóptero y Luna.

Tesis (1995), Abre los ojos (1997) y Los otros (2001), sus tres largometrajes hasta la fecha, confirmarían la carrera del joven director, guionista y compositor. 'Encierra cierto peligro hacer un libro sobre un director muy joven que ha hecho sólo tres películas', afirma Oti Rodríguez Marchante, 'porque te enfrentas a dos posibilidades: si Amenábar hace después grandes películas, el libro se quedará como un testimonio del primer Amenábar, como si dijéramos un libro sobre las películas mudas de John Ford o las inglesas de Alfred Hitchcock; el otro supuesto sería que, por los motivos que sean, no haga grandes películas, con lo cual sería un libro un poco frustrante porque sería tan sólo el testimonio de un espejismo'.