Golpes profesionales

Guilty Gear X es un juego de lucha, pero no uno más. Es para especialistas, penaliza a los torpes que se dedican a aporrear los botones y premia a quienes son capaces de deslizar sus dedos con suficiente velocidad y precisión por el mando.

Busca ser un título de culto con decenas de ataques, contraataques, combos, defensas, movimientos especiales, posibilidad de abortar un ataque para cambiarlo por otro en última instancia, a cada cual más complejo de realizar y por si fuera poco, los movimientos especiales son distintos para cada uno de los 14 personajes. Todo hay que hacerlo rápido y preciso. Ver una partida entre dos jugadores experimentados con Guilty Gear es como admirar Bola de Dragón.

El desarrollo de las partidas de un solo jugador pasa por el enfrentamiento inmediato contra la consola del modo Arcade o por el modo Survival, en el que se acumulan puntos de experiencia mientras se compite contra el resto de personajes. Guilty Gear X prefiere hacer gala de escenarios y personajes de estilo Animé japonés dibujados con gran belleza.

El sistema de entrenamiento resulta sumamente útil: además de practicar todos los movimientos mientras se observan las teclas pulsadas en cada momento sobreimpresionadas, permite programar al adversario para que realice una y otra vez un ataque y así practicar la mejor defensa.