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Les Corts convierte en peatonal el casco antiguo y promociona su comercio

El distrito busca aprovechar el flujo de compradores de la vecina Diagonal

La zona antigua de Les Corts está formada por un entramado de callejas situadas en torno a la plaza de la Concòrdia. Su uso por parte de coches y peatones es hoy casi mínimo, pese a que se halla junto a un área de alta densidad como es la franja de la Diagonal que hay entre dos potentes centros comerciales: El Corte Inglés y la Illa. El distrito ha iniciado ya las obras para transformar la zona en peatonal, de forma que logre atraer a los compradores que ahora la ignoran.

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En paralelo a la Diagonal, entre las calles de Galileu y Numància, hay una vieja trama urbana, acogedora y casi ignorada. No se beneficia en absoluto de los movimientos que se producen en las tres vías citadas, las tres con gran densidad de tráfico y peatones, en la medida en que son parte de un potente eje comercial. El distrito, sin embargo, no ha tirado la toalla y ha programado diversas obras que tienen que modificar radicalmente el aspecto y la función de esta zona.

La primera obra, ya iniciada, es la adaptación de la plaza de la Concòrdia de forma que reduzca al mínimo el tráfico de paso, junto con las dos calles que la circundan de mar a montaña: Cabestany y Doctor Ibáñez. Le seguirá el acondicionamiento de las calles de Déu i Mata y de Taquígraf Garriga.

La última pieza será la renovación de la calle de Anglesola de forma que se cree un corredor directo entre la calle de Europa y la de Numància. En la esquina de ambas se instalará un nuevo equipamiento.

No se prohibirá el tráfico, pero se restringirá drásticamente a residentes, usuarios de aparcamientos y talleres y, con limitaciones, a la carga y descarga. También se eliminará el aparcamiento y se renovará de forma general la iluminación de la zona.

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Para potenciar el aspecto y el uso peatonal de las calles se recurrirá a una técnica urbanística empleada con relativo éxito en Ciutat Vella: eliminar las aceras, hoy más que mínimas, y emplear un solo nivel para la calzada. En las zonas con esta solución, en las que el coche tiene que compartir el espacio con el peatón, se ha observado que los conductores, salvo excepciones, reducen espontáneamente la velocidad.

La primera fase de las obras (plaza de la Concòrdia y calle de Cabestany) tienen un presupuesto de 270.000 euros (unos 45 millones de pesetas).

El tráfico medio actual que se registra en esta trama urbana ronda los 3.400 vehículos diarios.

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