Uno de cada tres juzgados no tiene secretario judicial que sea titular
Las 31 vacantes de juez quedarán cubiertas por primera vez en muchos años
Uno de cada tres juzgados catalanes no tiene secretario judicial titular. Lo denunció ayer el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Guillem Vidal, quien calificó la situación de 'grave' porque la ausencia de este funcionario dificulta la marcha cotidiana de un juzgado. En Cataluña hay 478 plazas de secretario judicial y 145 están vacantes. Otras 69 plazas están cubiertas de manera provisional.
El Ministerio de Justicia, responsable de los secretarios, admitió ayer sin reparos la situación. 'Es un problema endémico de la justicia en Cataluña', aseguró un portavoz. Cataluña y Canarias son las comunidades en las que hay más problemas para cubrir las plazas, y la inmensa mayoría de secretarios judiciales viene aquí de manera forzosa. Como la ley no les obliga a estar un tiempo, se van en cuanto pueden.
El ministerio asegura que estudia una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que haya mecanismos de sustitución más eficaces. 'La situación actual no entorpece la acción de la justicia, pero está claro que le merma calidad', admitió el portavoz oficial. El secretario es la persona que da fe de los actos del juzgado, ordena el mandamiento de los pagos y tasa las costas del proceso, entre otras funciones. Su ausencia se suple con funcionarios habilitados o por secretarios de categoría inferior.
Frente a esta situación negativa particular, Guillem Vidal dibujó ayer un panorama más positivo sobre la situación general de la justicia en Cataluña con motivo de la presentación de la memoria de 2001. 'No es para tirar cohetes, pero la situación ha mejorado', dijo.
- Nuevos jueces. En Cataluña hay ahora 31 juzgados sin juez, pero la situación variará dentro de unos días, cuando se incorpore la última promoción de la Escuela Judicial. Será la primera vez en años que no habrá vacantes de jueces en Cataluña, y la situación puede durar porque la ley les obliga a estar dos años en el primer destino.
- Tribunal Superior. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC ha sido durante años el punto negro de la justicia, ya que un caso tiene que esperar hasta cuatro años antes de ser sentenciado. Los expedientes acumulados a finales del año pasado eran 30.578, unos 5.000 menos que en 2000. La excepción son los recursos presentados por inmigrantes, que han pasado de ser un centenar a más de 1.400 en un año como consecuencia de la aplicación de la Ley de Extranjería.
- Audiencias provinciales. La de Barcelona es la que más ha reducido los casos pendientes. De 15.495 ha pasado a 13.306. Vidal afirma que la reducción habría sido mayor si, como era previsible, se hubieran dictado más sentencias civiles porque había más jueces. En el caso de la Audiencia de Girona, también se han rebajado los asuntos civiles acumulados en 53 casos), mientras que en Tarragona y en Lleida aumentaron en 768 y 155, respectivamente. El problema, dice la memoria, es que el reparto de casos está desequilibrado y algunos jueces tienen mucho trabajo y otros no tanto.
- Juzgados. La situación ha mejorado en la mayoría de los ámbitos por la entrada en funcionamiento de nuevos juzgados. Los de lo penal de Barcelona tienen ahora una media de 475 causas nuevas por año y juez, una cifra 'perfectamente asumible', mientras que en Lleida es de 729 expedientes. En los juzgados de lo social también se han reducido en más de 3.000 los pleitos pendientes. En los juzgados de lo civil de Barcelona también entraron el año pasado 6.113 casos menos con la nueva ley.
- Descentralización de la justicia. Todo sigue igual. Nada se sabe de los buenos deseos anunciados en el Pacto de Estado por la Justicia que firmaron el PP y el PSOE y que preveía más competencias para los tribunales superiores de justicia y para sus salas de gobierno.
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