Alzamora roza un podio de 'segunda'

Se llama Osamu Miyazaki, es japonés, tiene 36 años, ha disputado 47 grandes premios y ayer mandó a la basura cuanta teoría se ha escrito y defendido sobre la importancia de las motos, del equipo, de los mecánicos, del chasis, de los neumáticos, del dinero y de cuanto concepto tenga que ver con la conducción en un circuito empapado por el diluvio universal. Miyazaki no tiene un box al que acudir si la máquina se avería ni un camión en el que pasar las horas previas a la carrera, ni lleva un pinganillo en la oreja por el que recibir sesudas instrucciones, ni más técnicos que un par de colegas, japoneses como él, que vieron su carrera por la tele sin darle una maldita orden. El hombre mató el tiempo de espera sentado en una carpa en la que le dejaron entrar, a resguardo de la lluvia. Poco después, este individuo, Miyazaki, que como mejor clasificación presentaba un lejano sexto puesto, se subió a lo más alto del podio en la prueba de 250cc, repleta de nombres ilustres, y destrozó todos los pronósticos.

Dígase que la culpa fue de la lluvia y que en condiciones normales, con la pista seca, Miyazaki y su compatriota Sakai, también invitado, que fue segundo, no habrían acabado entre los diez primeros. Pero dígase también que ambos pilotos, a los mandos de una Yamaha, el ganador, y una Honda, el segundo, dos motos que no están cuidadas por un batallón de mecánicos, sino por ellos mismos, se carcajearon de la lógica. Véanse los tiempos: desde que entró en la meta Miyazaki hasta que lo hizo el tercero, el francés De Puniet, transcurrieron más de 29 segundos. Y 45 habían pasado ya cuando la banderola saludó la llegada del cuarto, Emilio Alzamora (Honda). Seguro que influyó la lluvia, sí. Pero cuesta creer que no influyera el pilotaje.

Ni Miyazaki ni Sakai volverán a participar esta temporada en gran premio alguno. Sí lo harán todos los que ayer fueron sus rivales, es un decir. Por eso a ellos sólo les valía ganar. De nada les servía un cuarto puesto, un quinto, coger puntos. Vistas las condiciones en las que se desarrollaron las dos carreras, la de los dos invitados y la del resto de los participantes, bajo la lluvia, entre la niebla, a Alzamora le tiene que dejar un buen sabor de boca haber terminado cuarto, rozando un podio tan anecdótico, porque no se volverá a repetir, como de segunda.

Fonsi, al suelo

Peor les fue a otros favoritos, como Marco Melandri (Aprilia), que salió como un tiro y en la séptima vuelta se la pegó. Consiguió levantarse, incluso remontó varios puestos, pero se volvió a ir al piso. Allí se fue también Fonsi Nieto (Aprilia), que había conseguido la pole position y que amenazaba con algo grande. Suya era la cuarta plaza, por delante de Alzamora, cuando a dos vueltas del final los neumáticos le jugaron una mala pasada y se cayó. Acabó el 13º, completando la lista de los españoles que entraron en los puntos, Álex Debón (9º), Toni Elías (11º) y Raúl Jara (15º), todos con Aprilia. El otro, David Checa, ni siquiera pudo salir. Se cayó en el giro de calentamiento, preludio de una carrera demencial.