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Gran Premio de Japón | MOTOCICLISMO

Los 'niños' de 125cc sobreviven al caos

Fue una lotería y el premio le tocó al francés Arnaud Vincent (Aprilia). Si en las otras dos cilindradas (250cc y MotoGP) la lluvia tuvo una enorme influencia, en la de 125cc su papel resultó fundamental, hasta el extremo de desvirtuar todo lo ocurrido. Porque, en el momento de la disputa de la cilindrada menor, al elemento líquido le acompañó una niebla que cubrió el circuito y que hizo de la conducción una temeridad. Desde la vuelta inicial se sucedieron las caídas y, en total, se contabilizaron 15, entre ellas las de Pablo Nieto (Aprilia) y el japonés Youichi Ui (Derbi), vigente subcampeón mundial.

Las extremas condiciones en las que se disputó la prueba dictaron sentencia. Los corredores españoles, cuatro de los cuales no superan los 18 años, bastante hicieron con sobrevivir. De los cinco en liza sólo Pablo Nieto, el único que es mayor de edad y que había realizado el segundo mejor tiempo en los entrenamientos previos, se fue a los boxes antes de tiempo por culpa de una caída. Por delante de él en la parrilla de salida se había situado Dani Pedrosa (Honda), que arrancó a todo tren. Pero el buen tono le duró un suspiro. Enseguida fue dejando paso a pilotos que, aunque sólo sea por experiencia, están más habituados a patinar a lomos de una moto. Pedrosa acabó en una digna octava plaza, más que nada porque por delante la gente se caía con singular reiteración.

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Mejor aún que Pedrosa estuvo Ángel Rodríguez (Aprilia), que salió desde muy atrás y prefirió mantenerse allí, en la retaguardia, hasta acostumbrarse a las durísimas condiciones de la carrera. Cuando lo hizo, fue remontando sin hacer ruido y finalizó el séptimo.

Los otros dos supervivientes españoles, Olivé (Honda) y Barberá (Aprilia) terminaron en la 13ª y la 16ª posición respectivamente.

La otra carrera, la que se disputaba por delante entre los pilotos más hechos a las pesadillas de este calibre -algunos corredores reconocieron no saber cómo ni por dónde iban- la ganó Vincent, que supo aguantar la presión del italiano Giansanti (Honda) y del sanmarinés Poggiali (Gilera), el vigente campeón, que prefirió no arriesgarse a la espera de que lleguen tiempos mejores.

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