El Ifema acoge una exposición sobre novedades náuticas
En Madrid ni hay mar ni el aire huele a sal, cierto, pero hay barcos. Muchos barcos. Tantos, que es la segunda comunidad autónoma española con más embarcaciones de recreo matriculadas, tras Cataluña. Un 20% de los ingenios náuticos que se distribuyen por los puertos de España pertenece a un vecino de Madrid. La idea de Exponáutica, la feria del mar que se organiza en el Ifema y que hoy celebra su último día es ampliar aún más esa sorprendente cifra.
La muestra ofrece la posibilidad, a todos los aficionados madrileños, de adquirir un catamarán de lujo por 967.000 euros o un pequeño velero por 10.000. También se puede contratar un cursillo de buceo, comprar una moto de agua de última generación o contratar un crucero por las islas del Pacífico con capitán propio incorporado.
Las velas de los barcos, más de 200 distribuidos por los 11.000 metros cuadrados que abarca la feria, se despliegan sobre la moqueta azul oscuro de uno de los nuevos hangares metálicos del parque ferial Juan Carlos I, el pabellón 9. El agua más próxima a estos modernos cascarones que se exhiben en el recinto es la que corre por los lavabos y lo más parecido a la arena de la playa es el pedregal grisáceo que rodea los últimos edificios de una ciudad anclada en lo más árido de la meseta.
Las potentes motos de agua, una de las estrellas de la muestra, están varadas en medio de los pasillos y del techo de la nave cuelgan vistosas y coloridas velas de windsurf. Los puertos de las ciudades costeras ofrecen sus amarres en stands prefabricados de madera y las prendas de moda marinera se amontonan en los pequeños cubículos alquilados por las marcas más prestigiosas.
'Espíritu marinero'
Una señora de mediana edad baja con su marido bien agarrado por el brazo de una de las lujosas embarcaciones. 'No nos lo podemos permitir, pero nos encantaría tener un barco', confiesa. 'Aquí hay muchísimo espíritu marinero, no sé por qué, pero en Madrid todo el mundo sueña con el mar', asegura un hombre vestido con traje de ejecutivo que se pasea por la cubierta de uno de los barcos como si pudiera avistar algún horizonte más allá de los fluorescentes del techo del Ifema.
Y es que el precio medio de uno de los barcos que se exponen en esta feria ronda los 150.000 euros. 'Es por los impuestos. Por las tasas el valor de uno de estos barcos puede subir más de un tercio', explica uno de los vendedores que se distribuyen entre los cascos y los mástiles de las embarcaciones. También se pueden comprar sofisticadas estaciones de radio o unos anzuelos luminosos con forma de pez.
Exponáutica. En el pabellón número 9 del Ifema. Hoy, último día.
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