Un tiburón en el puerto de Barcelona
Un ejemplar de tiburón peregrino de unos 4.500 kilos y más de siete metros de longitud quedó atrapado ayer en las redes del barco García Galau mientras faenaba a 12 millas del puerto de Barcelona. Este tipo de escualo, a pesar de su gran tamaño y de su apariencia feroz, es un animal dócil que se alimenta de plancton filtrándolo del agua por medio de peines branquiales. La embarcación, que se dedica a la pesca de gamba por el sistema de arrastre, remolcó al tiburón hasta el puerto, donde fue despedazado para su venta en el mercado.
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