La cédula de Phelipe González

A partir del próximo martes, EL PAÍS ofrece gratis a sus lectores cuatro nuevos facsímiles de billetes históricos. El martes aparece el vale real de 600 pesos de 1797, que está avalada por un Phelipe González. Otro Felipe González, en el siglo XIX, y que tiene calle en Madrid por Ventas, llegó también a ser un famoso grabador, que editaba revistas de carácter satírico, muy temidas por los políticos de la segunda mitad de ese siglo.

La cédula se emitió en la época del rey Carlos IV y gobernaba el extremeño Manuel Godoy, en realidad el favorito de su mujer, María Luisa de Parma. Un peso de plata eran 20 reales en Castilla y un duro en la moneda catalano-valenciana de entonces. La monarquía española estaba pendiente en aquellos años de la evolución de la Revolución Francesa. Los Borbones habían sido decapitados en la guillotina y toda Europa estudiaba la manera de parar al Ejército francés. Y eso que Napoleón apenas estaba dando sus primeros pasos.

En 1907, se emitieron billetes de 1.000. Con 13 papelitos de éstos, se podía adquirir un hotelito, del tipo de los antiguos, 'que daba a dos calles', en la madrileña avenida de Arturo Soria, , tal como se anunciaba en el diario EL PAÍS, que se editaba en la calle de la Madera, 8. Los periódicos costaban cinco céntimos y 50 pesetas una suscripción para todo el año. Medio siglo más tarde la prensa se adquiría a 1,50.

En tonos verdes y rosas, aparece una matrona como alegoría de la prosperidad. Por el otro lado está grabado el Palacio Real. Quizá con cinco billetes como éste se hubiera podido comprar al desconocido Pablo Picasso Las señoritas de Avignon (o más bien de la calle Aviñó de Barcelona), que había pintado en ese 1907 en su taller parisino de Monmartre, un edificio bastante cutre. Poco después se mudaría a la zona más residencial de Montparnasse.

El artista malagueño, en 1943, ya hacía tiempo que estaba consagrado, era millonario, seguía trabajando en Francia y conocio´ entonces a la joven pintora François Gillot, que se convertiría en su tercera esposa. España vivía la dura posguerra que siguió a la contienda civil y en Europa la guerra se volvía claramente en contra de los alemanes.

Ese año se imprimieron en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre billetes de 1 peseta. Portan la efigie del Rey Católico Fernando de Aragón sin su esposa Isabel, rara circunstancia para la época que era. Luego se imprimieron diversos billetes con la pareja real que unió Castilla y Aragón. Fernando no tenía en los ambientes nacionalistas tan buena prensa como su pareja real. Quizá porque cuando Isabel murió en 1504, Fernando volvió a casarse con Germana de Foix e, incluso, llegó a tener un hijo que murió pronto, porque de lo contrario hubiera descabalado la unión de los reinos peninsulares. Parece sintomático que el monarca tenga calle en la capital del Estado, pero no estatua o monumento. La tradición señala que la conducta política de Fernando fue uno de los modelos del florentino Maquiavelo para escribir El príncipe.

El nieto de los Reyes Católicos, y mayor de los dos vástagos de su hija Juana la Loca, Carlos I de España y V de Alemania, es la principal ilustración del billete de 1.000 pesetas de 1925, que se entrega el viernes. En el reverso aparece la puerta principal del Alcázar de Toledo, castillo medieval al que este rey dio el perfil arquitectónico renacentista que actualmente posee.