La primera revolución del siglo XXI

Llega este nuevo trabajo de Joaquín Estefanía sobre la globalización en un periodo de lo más crítico, salpicado por los movimientos que en torno a ella se han sucedido en las cumbres mundiales en las que se debate el futuro de la humanidad, la apertura de los mercados, las crisis económicas, el aumento de la cooperación (Praga, Seattle, Davos, Porto Alegre, Barcelona, Monterrey...). Estefanía ha hecho un excelente ejercicio didáctico en Hij@, ¿qué es la globalización?

Mucho se ha escrito sobre la globalización -el propio Estefanía ha publicado varios libros-, pero en éste demuestra cómo en dos centenares de páginas se puede explicar algo sin necesidad de hacer grandes profusiones. Con la excusa de su hija universitaria como destinatario, pero válido para todo tipo de público, profundiza en este fenómeno, que denomina como 'primera revolución del siglo XXI', y hace una perfecta radiografía de lo que es la globalización y todo lo que la rodea. Apela el autor a la definición de la Real Academia recién incorporada al diccionario ('tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales') para criticar, después, esa dimensión demasiado económica ('los mercados son los que mandan') frente a otra (deseable) más social. Defiende el término de 'globalización alternativa' frente al de 'antiglobalización' que tanto se ha empleado desde algunos foros de opinión y desde los organismos internacionales, que actúan como 'instituciones ademocráticas', y repele a los grupos minúsculos radicales que han capitalizado las protestas en las citadas cumbres.

Sostiene Estefanía que siempre ha habido globalización. Pero ésta se diferencia de las anteriores en que se asienta en una revolución tecnológica y afecta más que a cualquier otro sector al de las finanzas. Precisamente, en ese sentido, abunda en que debe hablarse de una globalización que vaya más allá de la economía ('¿por qué no puede ser una globalización política, judicial, ecológica, de los derechos humanos o los económicos?, ¿por qué se han hecho intencionadamente sinónimos globalización y economía?', se pregunta) y recoja lo mejor de la sociedad. Y luego incide en 'la gobernabilidad de la globalización' para suscitar la necesidad de la existencia de instituciones políticas mundiales, 'una especie de gobierno mundial; pero no un Gobierno mundial'. Y es rotundo al decir que 'no es eso lo que queremos'. 'Después de lo que hemos aprendido de la historia, ya no hay alternativas globales a casi nada. Se avanza poco a poco, a sorbos. Las ideas absolutas sólo las tienen los neoliberales fundamentalistas que no dudan de nada'.

Así responde Joaquín Este

fanía a la pregunta de si existe una alternativa cerrada a favor de la globalización alternativa. Y es que, como él mismo dice, en estos tiempos todos nos mostramos partidarios de 'la sociedad razonable' y no de 'la sociedad ideal'. Lo que no quita para que se busque paso la utopía y se despliegue el movimiento con ese lema que ha calado de 'otro mundo es posible'.

En cualquier caso, a través de este libro se pueden conocer las posiciones de unas partes y otras. Los 'noes' de los 'globofóbicos' (no a los programas del FMI, no a la contaminación, no al pago de la deuda externa y no a la opacidad de las instituciones), así como los grandes grupos que se relacionan con la globalización de manera diferente (desde 'los hagiógrafos de la globalización feliz' hasta los más radicales pasando por los que defienden la globalización general que abarque más allá de la financiera). También hace un interesante repaso sobre fenómenos relacionados con la globalización como la Tasa Tobin o la Renta Básica de Ciudadanía; los efectos que ha podido tener sobre ella los ataques a Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, cuando aparecen de sopetón una crisis económica y una crisis política, y los avances (logrados o no) en la lucha contra los paraísos fiscales...