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Entrevista:JOSÉ MORATALLA | Alcalde de Granada

'Los ayuntamientos no podemos asumir más competencias sin más financiación'

José Moratalla, el alcalde socialista de Granada y presidente de la FAMP, asegura que los problemas económicos que atraviesan los Ayuntamientos son la gran asignatura pendiente de la democracia. También realza elboom turístico que está experimentando Granada con la celebración de la Semana Santa.

Los ayuntamientos no pueden hacerse cargo de más servicios públicos ni de nuevas competencias a menos que el Estado aporte fondos económicos para financiarlos. Ésa es la afirmación de José Moratalla, alcalde de Granada y presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), quien considera, además, que la financiación municipal es una de las asignaturas pendientes de la democracia. Moratalla considera, por otro lado, que Granada se ha asentado ya como una ciudad estable desde el punto de vista turístico y que se está convirtiendo en uno de los focos de atracción durante celebraciones como la de la Semana Santa. El poder de convocatoria que tienen puntos como Sierra Nevada o la Alhambra, además del colorido y contraste que supone ver los vestigios musulmanes de la ciudad mezclados con la imaginería religiosa cristiana, han hecho que Granada, después de Sevilla y Málaga, sea la ciudad más visitada en estos días.

'El problema del tráfico es el de cualquier ciudad con un casco histórico pequeño''La falta de camas en Granada puede llegar a ser un problema en el futuro'

Pregunta. ¿Está Granada capacitada para recibir tanta gente como está recibiendo ahora?

Respuesta. Cualitativamente, desde el punto de vista turístico, siempre ha sido una ciudad estable. Nos temimos que, a raíz de los atentados del 11 de Septiembre, el turismo exterior decayera de forma preocupante, pero, afortunadamente, no ha sido así. Granada mantiene su nivel de atracción que llega, como ahora, en Semana Santa, a una ocupación hotelera de casi el 100%. Y ése no es un dato nuestro, sino de los propios empresarios de hostelería. Ellos están mostrando un grado de satisfacción muy importante.

P. ¿Empiezan a faltar camas?

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R. Sí. Empiezan a faltar camas. Y, principalmente, a raíz de la celebración de determinados congresos que hemos asumido. Granada como ciudad de congresos era una reivindicación histórica que requiere un mayor número de plazas hoteleras, algo que no siempre fue bien aceptado por la confederación de empresarios del sector. Nos mantenemos a un buen nivel, pero sí es cierto que la falta de camas podrá ser un problema en el futuro. Por ejemplo, acabamos de ofrecer Granada como sede de un congreso que se celebrará en 2005 y que traerá a 5.000 personas. Ahí sí podremos tener problemas.

P. ¿A qué se debe el auge de Granada en los últimos tiempos con la celebración de la Semana Santa?

R. Se han combinado dos cosas. Por un lado, la religiosa, y por otro, la ciudad como atractivo turístico. En el aspecto religioso, tenemos que tomar nota del hecho de que hay más de una treintena de cofradías que están adquiriendo, dentro del mundo cofrade andaluz, un rigor cada vez mayor. El rigor de las cofradías granadinas ha reforzado el auge de la Semana Santa. Nos estamos aproximando mucho a ese nivel al que Granada había aspirado siempre y que la acerca a ciudades como Málaga y Sevilla, y eso es algo que hay que destacar muy positivamente. En el aspecto turístico, con puntos como Sierra Nevada o la Alhambra, Granada tiene cada vez mayor promoción. Hay un dicho muy de aquí que afirma que 'ya casi no cabe la gente en la calle'. Y yo creo que es así.

P. Pero el tráfico sigue siendo la gran pesadilla para el turista...

R. El problema del tráfico en Granada es el problema de cualquier ciudad con un casco histórico pequeño y con un conjunto monumental en el centro. Mientras no se adquiera una cultura del uso del transporte público tendremos problemas con el tráfico. En Granada sigue funcionando el tópico de que aquí se coge el coche hasta para ir a comprar pipas a la esquina. Y, se quiera o no se quiera, es así. Nosotros estamos intentando hacer la peatonalización del centro de una forma progresiva, y tratamos de que la gente se acostumbre a disfrutar paseando. Esa medida hay que acompañarla con un sistema de señalizaciones para la gente que acude de fuera y que sepa que, al llegar a la ciudad, puede dejar su cochey utilizar determinados servicios.

P. Muchos ciudadanos afirman que, si los aparcamientos municipales fuesen gratuitos, el problema del tráfico desaparecería...

R. Pero eso es muy difícil. Estamos construyendo muchos aparcamientos, pero los recursos municipales son limitados. Nuestra línea política ha sido la de dotar de infraestructuras a los barrios. Hemos invertido en ello 30,05 millones de euros (5.000 millones de pesetas). Si a eso añadiéramos los aparcamientos, se subiría a 72, 12 millones de euros (12.000 millones de pesetas), algo que las arcas municipales no pueden hacer. Los aparcamientos, además, se han realizado mediante concesiones, y las empresas que están a su cargo tienen que explotarlos. De cualquier modo, estamos efectuando esfuerzos para crear más de 1.400 nuevas plazas. Y con todo eso, seguirían siendo insuficientes. El casco histórico de Granada se puede mejorar, pero las calles no son elásticas, no dan más de sí, y la flota de coches se ha triplicado. Eso lleva a una situación de tráfico que raya en lo paranoico.

P. En otro orden de cosas, algunos alcaldes andaluces, usted entre ellos, han reclamado más fondos económicos para el Pacto Local...

R. El Pacto Local es hablar de competencias. Yo represento a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y, como tal, reclamo que no se puede asumir una sola competencia sin su financiación. Si asumo una política de bienestar social, necesito el dinero para crear ese bienestar social, y si voy a llevar un porcentaje de las políticas activas de empleo, necesitaré recursos.

P. Recientemente, Rosa Aguilar, la alcaldesa de Córdoba, dijo que si el Gobierno aprueba el año que viene la ley de déficit cero, los ayuntamientos lo van a pasar mal.

R. Los ayuntamientos somos deficitarios estructuralmente y no podemos permitirnos el lujo de un déficit cero. Lo que yo defiendo, por ejemplo, con respecto al Pacto Local, es que, antes de empezar a tener más competencias, lo que necesitamos es dinero para reequilibrar aquéllas competencias que ya tenemos, los servicios que ya prestamos. Y con eso hablo de entrar en el Consejo de Política Financiera y tener más participación de los fondos del Estado. En esta segunda etapa de modernización nosotros admitimos que el Estado es el moderador necesario, pero también tenemos que decir que los ayuntamientos seguimos siendo la gran asignatura pendiente

P. Cambiando de asunto, y abordando el problema del botellón, la Junta de Andalucía acaba de emitir una orden que da libertad a los alcaldes para dilatar en dos horas el horario de cierre de los locales...

R. Sí, el Consejo de Gobierno lo aprobó el pasado lunes. Faculta a los alcaldes para decretar el horario de cierre. La Junta ha establecido un marco de referencia que puede ser interpretado de dos maneras: habrá quienes crean que es que no se ha querido mojar en ese problema, o quienes verán que eso nos permitirá a los alcaldes adecuar de una manera estacional el horario, y también nos dará la posibilidad de hablar con los empresarios del sector para llegar a acuerdos. Nosotros vamos a hacerlo sin vulnerar lo que es el derecho al descanso de los ciudadanos, que es un derecho absolutamente legítimo. Pero tampoco vamos a hacer represión ni persecución contra la juventud.Pregunta. En Granada comienza a detectarse que los jóvenes, a raíz del nuevo horario de cierres, en lugar de empezar a beber a las once de la noche, comienzan a las cuatro de la tarde... ¿No es el botellón un problema cultural más que otra cosa?

Respuesta. Es un problema multidisciplinar. Es un problema de educación, de prevención sanitaria y de orden público. Nosotros a lo que estamos dispuestos es a aplicar la normativa. Quien no tenga autorización para vender bebidas alcohólicas verá su local cerrado. El que tenga una licencia para un determinado horario, deberá respetarlo. Y también estamos hablando de nuestros propios hijos, de su educación. Hay que concienciar a la juventud de que, aunque el alcohol esté consentido socialmente, causa enormes perjuicios para la salud y es un problema serio. No podemos coartar la libertad de nadie, pero los jóvenes deben ser conscientes del problema del botellón y del alcohol.

P. Granada cuenta con una población musulmana cada vez mayor. ¿Puede convertirse en una ciudad de integración?

R. Nosotros somos el producto de nuestra historia, y uno de los rasgos distintivos de Granada es que fue cuna de la tolerancia. A ello se une que, hoy, por ejemplo, de los 60.000 estudiantes que estudian en la Universidad, 5.000 son universitarios procedentes de países árabes. Si a ellos les unimos quienes han abierto sus comercios aquí, ya tenemos unos 7.000. Debemos sentirnos muy orgullosos de ese equilibrio multicultural, y vamos a asumir e integrar como propios a los ciudadanos que se empadronen en Granada. Lo único que exigiremos será un respeto mutuo con los mismos derechos para todos los que viven en la ciudad.

P. Faltan 14 meses para las elecciones municipales. De repetirse los mismos resultados, ¿acudiría a la misma fórmula del gobierno tripartito actual?

R. En este momento no estoy en la fase de pensar en el futuro, sino de cumplir los compromisos que adquirimos en el pasado. En ese tripartito, nosotros nos comprometimos a darle la tranquilidad a los ciudadanos de que había un buen equipo de gobierno. Después de este periodo tengo que decir que inconvenientes hemos tenido pocos y beneficios, muchos. Esta fórmula de gobierno me ha permitido tener la experiencia de que, antes de tomar una decisión, debía hablar mucho, discutirla. Eso ha creado entre los tres partido que formamos gobierno una relación seria y, en lo personal, muy cordial. Pero aún no he pensado nada al respecto sobre el futuro.

P. ¿Repetirá como alcalde?

R. No lo he pensado aún. Sí debo decir que el proyecto que me propuse como modelo de ciudad ha ido conformándose. Quizá todavía quedan algunos asuntos pendientes por cerrar. Y para eso, o sigo al frente, o dejo algunas cuestiones atadas de una forma irreversible de manera que quien llegue detrás tenga que concluirlas.

'El 'botellón' es un problema de educación y de prevención'

Pregunta. En Granada comienza a detectarse que los jóvenes, a raíz del nuevo horario de cierres, en lugar de empezar a beber a las once de la noche, comienzan a las cuatro de la tarde... ¿No es el botellón un problema cultural más que otra cosa? Respuesta. Es un problema multidisciplinar. Es un problema de educación, de prevención sanitaria y de orden público. Nosotros a lo que estamos dispuestos es a aplicar la normativa. Quien no tenga autorización para vender bebidas alcohólicas verá su local cerrado. El que tenga una licencia para un determinado horario, deberá respetarlo. Y también estamos hablando de nuestros propios hijos, de su educación. Hay que concienciar a la juventud de que, aunque el alcohol esté consentido socialmente, causa enormes perjuicios para la salud y es un problema serio. No podemos coartar la libertad de nadie, pero los jóvenes deben ser conscientes del problema del botellón y del alcohol. P. Granada cuenta con una población musulmana cada vez mayor. ¿Puede convertirse en una ciudad de integración? R. Nosotros somos el producto de nuestra historia, y uno de los rasgos distintivos de Granada es que fue cuna de la tolerancia. A ello se une que, hoy, por ejemplo, de los 60.000 estudiantes que estudian en la Universidad, 5.000 son universitarios procedentes de países árabes. Si a ellos les unimos quienes han abierto sus comercios aquí, ya tenemos unos 7.000. Debemos sentirnos muy orgullosos de ese equilibrio multicultural, y vamos a asumir e integrar como propios a los ciudadanos que se empadronen en Granada. Lo único que exigiremos será un respeto mutuo con los mismos derechos para todos los que viven en la ciudad. P. Faltan 14 meses para las elecciones municipales. De repetirse los mismos resultados, ¿acudiría a la misma fórmula del gobierno tripartito actual? R. En este momento no estoy en la fase de pensar en el futuro, sino de cumplir los compromisos que adquirimos en el pasado. En ese tripartito, nosotros nos comprometimos a darle la tranquilidad a los ciudadanos de que había un buen equipo de gobierno. Después de este periodo tengo que decir que inconvenientes hemos tenido pocos y beneficios, muchos. Esta fórmula de gobierno me ha permitido tener la experiencia de que, antes de tomar una decisión, debía hablar mucho, discutirla. Eso ha creado entre los tres partido que formamos gobierno una relación seria y, en lo personal, muy cordial. Pero aún no he pensado nada al respecto sobre el futuro. P. ¿Repetirá como alcalde? R. No lo he pensado aún. Sí debo decir que el proyecto que me propuse como modelo de ciudad ha ido conformándose. Quizá todavía quedan algunos asuntos pendientes por cerrar. Y para eso, o sigo al frente, o dejo algunas cuestiones atadas de una forma irreversible de manera que quien llegue detrás tenga que concluirlas.

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