La estación de Francia se perfila como sede de la Biblioteca Provincial de Barcelona

Trasladar el proyecto de Biblioteca Provincial del mercado del Born a la estación de Francia, distante apenas un centenar de metros. Este es el apasionante debate para los amantes de la cultura, la ciudad y el barrio de la Ribera que se ha abierto tras el espectacular hallazgo de la ciudad de 1714. Los arquitectos consultados por este diario, Juli Capella, Salvador Tarragó y Antonio González, han estado vinculados profesionalmente, en un momento u otro de sus respectivas carreras, al Born o a la estación de Francia. La reutilización de antiguos espacios comerciales o dedicados al transporte apasiona. Ahora falta que los informes de arqueólogos y expertos se completen, pero el debate de las ideas ha comenzado ya.

Juli Capella, fundador con Quim Larrea de la revista Ardi, cuya redacción se hallaba en la calle de la Princesa junto a la de Comerç, sigue siendo vecino del barrio y atento observador de la evolución del Born. 'En 20 años este edificio ha seguido un camino errático', afirma. Recuerda que hace tiempo el entonces concejal de Ciutat Vella, Joan Fuster, reunió a varios arquitectos, entre los que se contaba, para explicarles que el Ayuntamiento apostaba por llevar la Biblioteca Provincial a Diagonal-Mar, como infraestructura de 2004. 'Fue Miguel Ángel Cortés quien insistió en que la biblioteca fuera al Born'. En esa época el ministerio quería que las inversiones se convirtieran en patrimonio, y salvar el edificio de Fontseré se adecuaba a tal propósito.

'A mí el Born siempre me pareció un lugar contra natura para una biblioteca', prosigue Capella. 'Pero ante el empeño del ministerio, al fin hubo consenso. Ahora todo ha cambiado. En 1992 el urbanismo tenía una conciencia ecológica muy menor respecto a la de hoy. Por ejemplo, se construyó el colector del paseo de Picasso que se cargó la muralla de la Ciutadella. También se construyó un aparcamiento frente al Born y se enterraron muchos restos. Había que hacer la ciudad olímpica, era la prioridad'.

Capella tiene claro que conservar ahora los restos es imprescindible. 'Es el tramo que nos queda por explicar entre la ciudad romana y la modernista. Pero ese lugar no debe ser un museo, sino un espacio para la convivencia, que explique los problemas históricos y los supere con un centro activo en el que participen los vecinos de varias procedencias . Habrá que prever salas de reuniones, restaurante, un recorrido que explique la Barcelona de 1714'. '¿La estación de Francia? Sería magnífico ubicar allí la biblioteca. El barrio recuperaría plenamente el carácter de servidor de la ciudad que siempre había tenido'.

Salvador Tarragó, especialista en el urbanismo de Cerdà y asesor en 1992 de la restauración de la estación de Francia, se muestra menos entusiasta. 'La biblioteca es un buen destino como mal menor, pero está en contradicción con el espacio', opina. 'Para mí hay que darle el uso para el que fue proyectada, la de ser una estación de ferrocarril. No entiendo como Renfe no le ha concedido la importancia patrimonial que tenía este edificio. Si se llega a hacer la biblioteca será un híbrido'. Como director del archivo histórico del Colegio de Arquitectos, Tarragó vivió intensamente las campañas para salvar al Born. 'Pero es cierto que Barcelona nunca ha sabido darle a su antiguo mercado un uso adecuado. Quizá lo haya hallado ahora'.

Quien coincide en cambio con la postura de Juli Capella es Antoni González Moreno-Navarro, responsable de patrimonio de la Diputación de Barcelona y actual restaurador de la cripta de la Colonia Güell en Santa Coloma de Cervelló. 'El Born no servía para biblioteca y celebro que haya encontrado su destino definitivo. En cambio, la estación de Francia todavía no lo ha encontrado. La Biblioteca Provincial desde luego podría serlo y muy bueno'. Tanto él como Capella recuerdan la decisión y el compromiso del que fue presidente francés, François Mitterrand a la hora de construir la Biblioteca de Francia. A la escala pertinente, la estación de Francia podría convertirse en su opinión en algo similar para Barcelona.