Un nuevo espacio culmina la reconstrucción del Liceo
Se inauguró oficialmente el 7 de octubre de 1999, pero la reconstrucción del nuevo Liceo de Barcelona no estará definitivamente acabada hasta que el próximo otoño el teatro abra las puertas del Espai Liceu, más de 1.000 metros cuadrados dedicados a promocionar y comercializar la imagen del coliseo lírico barcelonés y la ópera, situado en la primera planta sótano del edificio, donde inicialmente se planeó construir unas galerías comerciales y un museo de la ópera.
El proyecto, encargado al equipo de arquitectos que reconstruyó el teatro -Xavier Fabré y Lluís Dilmé (Ignasi de Solà-Morales murió hace un año)-, ha sido ya aprobado por la comisión ejecutiva del teatro y tendrá un coste de 2,4 millones de euros (399 millones de pesetas), que será financiado con un crédito que se ha previsto amortizar en ocho años. 'Será un espacio decisivo en la vida del teatro, porque será el punto de contacto del coliseo con el exterior', asegura Dilmé.
El espacio, con un total de 1.027 metros cuadrados útiles, contará con un amplia zona comercial con productos relacionados con el teatro, la música y objetos de regalo, una cafetería, un auditorio en forma esférica con capacidad para 50 personas y una mediateca en la que podrán verse las grabaciones de las producciones operísticas presentadas por el teatro. El acceso será doble, por La Rambla y por la calle de Sant Pau, en cuya esquina con La Rambla se situará un gran escaparate que a la vez será el principal punto de reclamo para invitar a los transeúntes a entrar. El interior del espacio cultural-comercial tendrá acceso directo al interior del teatro a través del foyer situado bajo la platea.
'La obra se licitará en las próximas semanas y esperamos poder inaugurar esta ampliación,que culmina la reconstrucción del Liceo, en octubre próximo', explica el director general del teatro, Josep Caminal.
'Queremos crear un espacio cultural y comercial vivo, que se integre en el teatro y adquiera un valor complementario a su oferta, como ya hemos hecho con el foyer', explica Josep Caminal. 'Desechamos la idea de convertir este espacio en unas galerías comerciales explotadas por terceros porque, a pesar de ser económicamente más rentable, estaría fuera de nuestro control y podría crear una disociación con la oferta cultural del Liceo. La idea de crear un museo de la ópera también ha sido descartada porque corría el riesgo de que acabara convirtiéndose en un espacio muerto'.
La Fundación Gran Teatro del Liceo, encargada de la gestión del coliseo lírico barcelonés, ha creado una sociedad mercantil a la que ha cedido la explotación de este nuevo espacio. Esta sociedad está integrada por las mismas seis instituciones que forman la fundación: Ministerio de Cultura, Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona, Diputación, consejo de mecenazgo del teatro y Sociedad Gran Teatro del Liceo, que agrupa a los ex propietarios del coliseo.
En su proyecto arquitectónico, Xavier Fabré y Lluís Dilmé han diseñado un espacio abierto de tonos claros en el que se intercomunican la cafetería y la tienda, que tiene como eje central un pequeño auditorio con capacidad para 50 personas en forma esférica, construido con madera de maple, un tipo de arce. El Liceo quiere usar este espacio para realizar presentaciones y proyecciones videográficas y pretende que sea el punto de partida de las visitas que se realizan al teatro.
Los responsables del coliseo lírico han encargado el interiorismo y la estrategia de comercialización del espacio a Blai Puig, responsable de la concepción de la tienda del edificio de La Pedrera, de Gaudí, y de las tiendas del parque temático Port Aventura. La línea esférica del auditorio marca el diseño del mobiliario, las estanterías, los mostradores y la barra de la cafetería, que Puig ha concebido siempre en forma de curva u ondulada y que combinarán en su construcción la madera de maple, el acero inoxidable y el cristal.
El auditorio y la mediateca serán los únicos espacios cerrados, aunque el primero, por su situación, estará integrado en el espacio general. La mediateca, situada en la esquina de la calle de Sant Pau y La Rambla, será el único espacio aislado del conjunto.
Blai Puig también tiene el encargo de diseñar la estrategia de comercialización de los productos que se venderán en este nuevo espacio comercial-cultural, en el que además de libros y discos podrán adquirirse objetos de regalo concebidos por creadores en exclusiva para el teatro. La cafetería también contará con productos específicos del Liceo, entre los que destaca una serie de pasteles creados por reposteros catalanes de prestigio que se servirán un punto específico de degustación.
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