El Ayuntamiento y los bañistas

¿Acude usted a las piscinas municipales? Pues cuidado, posiblemente le estén estafando. El Ayuntamiento de Madrid ha desarrollado un método sibilino -que utiliza año tras año- para timar a quienes utilicen las instalaciones deportivas municipales. La fórmula es muy eficaz -para sus intereses, no para los del usuario-. El Ayuntamiento vende el llamado bono piscina -cubre 20 baños por 48 euros (8.000 pesetas)- como el método más económico de disfrutar del baño en verano e invierno. El plazo de vigencia, y es aquí donde está la trampa, es sólo de un año. Pero, ¿qué ocurre con los muchos usuarios que no han gastado sus 20 baños en ese tiempo? Para ellos sólo hay un plazo de renovación de dos meses. Después del 28 de febrero no hay posibilidad de cambio, renovación ni devolución, aunque sea mínima. Desafortunadamente, a mucha gente no le sobra el tiempo para acordarse, entre miles de cosas, del plazo de renovación de la piscina, sobre todo a aquellas que apenas acuden en invierno.

¿Conclusión? Cada año miles de madrileños ven desaparecer cantidades de dinero nada despreciables que, por obra y gracia municipal, van a parar a las arcas del Ilustrísimo Ayuntamiento de Madrid. Incluso el personal de las instalaciones municipales opina que este sistema es injusto y abusivo. Según ellos, cada año se reciben cientos de quejas contra este sistema, pero nada cambia, el Ayuntamiento se ha quedado con las 6.800 pesetas que me quedaban en el bono. Y digo yo: ¿se dará Manzano todos esos baños?-