Los socialistas reprueban a Rajoy por el 'fracaso' de su política y su 'conducta frívola'

El PSOE ha presentado en el Congreso una moción consecuencia de la interpelación que el miércoles pasado hizo a Mariano Rajoy, en la que insta a la Cámara a reprobar al ministro del Interior por 'el fracaso de la política de seguridad ciudadana que dirige', su 'conducta frívola e irrespetuosa frente a los parlamentarios de la oposición' y 'el menosprecio por la preocupación que los ciudadanos manifiestan en razón a los altos índices de delincuencia que padecen'.

El texto de la moción dibuja un 'negativo horizonte' en la seguridad ciudadana provocado, a juicio del diputado Victorino Mayoral, porque 'el instrumento fundamental de lucha contra la criminalidad puesto en marcha por el Gobierno del PP', el Plan Policía 2000, 'ha fracasado totalmente' en las grandes ciudades. Nada dice, en cambio, del papel de la Guardia Civil, a pesar de que refiere que la criminalidad rural ha crecido un 42%.

Los socialistas pretenden que el Congreso inste al Gobierno a adoptar 10 medidas -la mayoría tomadas prestadas al Sindicato Unificado de Poli-cía- para atajar la delincuencia. Entre ellas destacan la elaboración del llamado Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, que incluya la creación de comisarías en los ayuntamientos de más de 30.000 habitantes, un plan de choque de inversiones en equipos, duplicar el número de agentes en las unidades especializadas y una mejora de las retribuciones de policía y Guardia Civil que les incentive y motive.

'Desbarajuste'

El PSOE pretende que los alcaldes tomen un papel capital en materia de seguridad ciudadana, así como que se dé un rol más relevante a las policías locales en la lucha contra la pequeña delincuencia. El autor de la moción sostiene que las medidas anunciadas por Rajoy el miércoles 'no sirven para atajar la grave situación de incremento de la criminalidad, por sus insuficiencias y porque todas ellas ya estaban adoptadas en el año 2000 y, sin embargo, creció espectacularmente la criminalidad en 2001'. Por ello, tilda la política aplicada por Rajoy de 'desbarajuste'.

El texto es especialmente duro e incluso hiriente en la justificación del porqué debería ser reprobado Rajoy. Mayoral escribe, junto a las razones antedichas, que el ministro mantiene en el Congreso actitudes 'irrespetuosas y de menosprecio bajo capa de mofas chistes y frivolidades' y que la sustitución que 'frecuentemente hace de la explicación debida por el escaqueo dialéctico no sólo significan una falta de respeto' a los diputados y 'la dignidad de la Cámara' sino que, 'aún peor, un desprecio al dolor de tantas y tantas víctimas de los delitos y a la preocupación de los españoles por su seguridad'.