Gran golpe del Recreativo en El Sardinero

El Recreativo dio ayer el golpe en El Sardinero, donde todo estaba preparado para celebrar el estirón definitivo de un Racing que parecía imparable. El 1-5 indica tanto la sabiduría onubense para manejar el juego como la desesperación que se apoderó del equipo cántabro en cuanto se vio por detrás en el marcador. El primer gol del Recreativo, al borde del descanso, desatascó un partido muy trabado. Fue, además, un gran gol, por mucho que lo fabricasen tres futbolistas anónimos: Antoñito inició la jugada con una filigrana, David la continuó con precisión y Benítez la culminó con una tremenda frialdad.

El Racing salió revolucionado tras el descanso, pero sólo le sirvió para cavar su tumba. Lemmens regaló el 0-2 en una salida alocada y Mena puso la puntilla a su equipo al ganarse una expulsión absurda. A partir de ahí cada contra del Recreativo fue medio gol y ni siquiera se inmutó cuando Javi Guerrero acortó distancias. Con esta victoria, Lucas Alcaraz tiene a su modesto conjunto en una posición ideal para pelear por el ascenso por segundo año consecutivo. El Recre es tercero, con dos puntos más que el Racing, al que hay que añadir el balance particular con los cántabros, a falta de nueve jornadas.

Por detrás de los máximos aspirantes a la última plaza de ascenso aparece el Oviedo, que rompió su racha de empates al derrotar al Badajoz con un gol de Oli, el segundo del capitán asturiano en lo que va de temporada. A partir de ahí se abre hueco, ya que con 47 puntos aparece un pelotón de equipos a los que sólo les queda esperar un fallo múltiple de los de arriba. Entre ellos está el Sporting, que ayer hundió un poco más al Extremadura de Kiko y Pier, y quemará el domingo uno de sus últimos cartuchos, con la visita del Racing de Santander a El Molinón.

Al Extremadura le libró de caer a la zona de descenso el Levante, que ganó en Jaén y dejó al equipo andaluz al alcance de los tres últimos, que se pusieron de acuerdo para sumar tres puntos en una jornada decisiva. El Nastic de Tarragona ganó el sábado al Numancia, y ayer le secundaron el Polideportivo Ejido (2-0 al Albacete) y el propio Levante, con lo que la zona baja gana en interés y en emoción. Donde no hay ni una cosa ni otra es en los partidos del Burgos, que ayer batió un récord negativo: 843 minutos sin marcar un gol.