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Columna
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El efecto del polen

En contra de las interpretaciones de la desleal oposición acerca de los pálpitos, picores, sarpullidos y nervios que han agitado al Consell en pleno, durante los últimos días, Zaplana se ha apresurado a desmentir los infundios de EU y socialistas, y a convocar a sus gentes al próximo lunes de Pascua. Probablemente destinarán la sesión a deliberar sobre la primavera, las margaritas y las alergias. Un oráculo de la Generalitat ha sentenciado: la incertidumbre es inherente a la condición humana. Cuánta sabiduría. Claro que como se pasen un pelo con el arsenal socrático y den en conocer a sí mismos, van a salir por piernas.

-Pues qué quiere que le diga. Los rojos son muy resentidos y no hacen más que marear la perdiz. Porque lo que les pasa a los consellers y conselleras es que de tan sensibles, les ha entrado polen. Con estos calores y tanta cosa flotando por ahí, hasta la presidencia se ha puesto lánguida y lírica.

Y es que la presidencia no está de acuerdo con las medidas del cadáver político de Luis Fernando Cartagena, que le quieren facturar. Que no, que de ninguna manera, que no aceptamos ningún muerto que no sea de tamaño estrictamente municipal. Pero qué descaro el de estos desleales. Ahora pretenden hacernos comulgar con ruedas de urbanismo. Y ha colocado al fiel Font de Mora de pompas fúnebres. Vamos a ver, les ha dicho Font de Mora a Joan Antoni Oltra y a socialista Andrés Perelló, nosotros aceptamos una comisión que investigue las actuaciones del señor ex alcalde de Orihuela, pero sin pasarse, que tampoco hay que abusar; y como ese buen señor ejerció cuando el PSOE andaba sesteando por el Palau, pues nada, metemos en la comisión también a Joan Lerma, Eugenio Burriel y García Reche, y tiramos hasta el último mojón del término municipal, ¿hace?

Como Zaplana no quiere que la desleal oposición se lo lleve al huerto de los olvidos y ya anda en vísperas de evocaciones penitenciales de Marrajos y Californios, ha empezado a hacer las cosas de mala manera y con muchas prisas. Y es que lo de su socio Cartagena lo lleva como un incordio en el trasero. Por si fuera poco, por ahí andan los del Centro Liberal que no paran de largar que el presidente y sus segundos estaban informados de las corruptelas del ex alcalde y ex consejero, y que se las consistieron. Vaya con el revés, porque los del Centro Liberal son ediles tránsfugas, quizá a la fuerza, del PP, en el Ayuntamiento de Orihuela. Y como el transfuguismo es el origen glorioso de Zaplana, le da como cierto empacho empezar a capones. También es verdad que así como hay ángeles caídos, también hay tránsfugas caídos.

En definitiva, cosas de esta primavera que les ha alterado la sangre, las dudas y las cuentas. A unos les da por rascarse donde más le pica; y a otros, por hacer ramilletes de votos para las primarias y hasta puede que primorosas, para Joan Ignasi Pla. Y lo de la investigación de las Cortes, pues otra ronchita del polen, que terminará disolviéndose en la rutina absoluta del PP. En fin, habrá que esperar a que pasen estos días de trajines, pausas, procesiones y playas, para que se sosiegue el paisaje. Mientras, Zaplana, que es hombre de recursos y ocurrencias, puede aliarse, lo mismo que se alió con Julio Iglesias, con el resurrecto Madelman. Aleluya.

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