Buscar colegio

Llega la primavera y con ella el momento de encontrar colegio para los niños. Como madre primeriza que soy en estos asuntos, pienso en mi inocencia que en mi barrio, Nervión, no hay muchos niños, así que no tendré problemas. Me dirijo al primer colegio que abre el plazo, uno concertado a unos 100 metros de mi casa, y mi hijo no es admitido. En secretaría me dicen que había muchas solicitudes para niños de cuatro años y que muchos han quedado fuera. Al preguntar cuáles han sido los criterios objetivos que se han seguido para, a igualdad de puntos, escoger qué niños entraban, me dicen que se miran las 'circunstancias particulares' de cada caso. Después de insistir, me admiten algunas: que sean hijos de profesores del colegio, de la limpiadora... Por enchufe, le contesto indignada. Hombre, si usted lo quiere ver así, es la respuesta.

Me dirijo al siguiente colegio que abre el plazo. Ya en secretaría me advierten de que sólo hay 15 plazas y que va a ser casi imposible. Aquí ni siquiera me piden el certificado de empadronamiento para ver si es verdad que vivimos aquí, pero ¿para qué? ¿Se han fijado en lo fácil que es empadronarse dónde uno quiera, por ejemplo en casa de tus padres, que sí viven en la zona del colegio? Y puestos a fijarse, ¿se han fijado en que en el certificado aparece la fecha en la que te empadronas? ¿Es que estas cosas sólo las veo yo? No te preocupes, que en primaria entran todos los niños en un sorteo público, me dicen otros padres ingenuos como yo y con hijos no admitidos. Claro que otros padres con hijos en colegios me dicen que los directores les aseguran que los suyos se quedarán en primaria, que ya lo arreglarán ellos. Y yo me pregunto, ¿qué oportunidad tiene mi hijo, cuyo único mérito es vivir en la zona y llevar los papeles en regla, pero que tiene la desgracia de tener unos padres que están en contra del enchufismo y no echan mano de amigos en la APA o en la plantilla de los colegios?

El mes que viene empieza otro plazo de preinscripción, esta vez del colegio público de la zona. Ya me avisan de que la cosa va a estar difícil, pero creo, en mi ingenuidad, que a lo mejor aquí no valen tanto los enchufes y sí ver el patio del colegio desde mi ventana.