Dirigentes históricos del PSN dejan el partido con duros reproches hacia la dirección

Dos ex presidentes socialistas del Parlamento de Navarra, Víctor Manuel Arbeloa y Lola Eguren, han abandonado la militancia en el PSN-PSOE. La salida del partido de estos dos dirigentes, apartados de la primera línea política, ha reavivado la controversia sobre la estrategia de la dirección del partido, encabezada por su secretario general Juan José Lizarbe, de nítida oposición a la derecha gobernante de UPN.

Tanto Arbeloa, sacerdote, escritor e histórico fundador del PSN, como Eguren, funcionaria, independiente en las listas socialistas y derrotada contrincante de Lizarbe en las primarias, configuraban el sector más proclive al pacto permanente con UPN. Ni Arbeloa, de 64 años, ni Eguren, de 45, han renovado su militancia. Aunque ambos decidieron el pasado verano dejar el partido, su decisión se ha conocido en los últimos días. Y los principales motivos aducidos para su marcha, tales como una 'estrategia errática' de la actual ejecutiva, o la acusación a Lizarbe de contribuir al protagonismo parlamentario de Batasuna o de no renunciar a un pacto con el nacionalismo democrático para apartar a los regionalistas del poder, coinciden plenamente con los reproches del presidente de UPN y de Navarra, Miguel Sanz, a los socialistas, en su intento de romper el bloqueo parlamentario a que se ve sometido por su situación minoritaria.

Tanto Arbeloa como Eguren han dicho que ya no se sentían identificados por las siglas del PSN. Aunque la dirección socialista navarra ha acogido con respeto y sin comentarios su salida, ésta ha sido ampliamente aireada por los medios de comunicación más cercanos a UPN. Diversos protagonistas de la transición han recordado estos días en artículos de opinión y cartas la cambiante trayectoria de Arbeloa, que pasó de defender la integración de Navarra en una estructura política común con el País Vasco a defender ahora que UPN es el único partido que asegura la libertad de Navarra como comunidad uniprovincial.

Arbeloa, ex senador y eurodiputado, presidió en 1996 la gestora del PSN, tras los escándalos de Gabriel Urralburu y Javier Otano, que facilitó el acceso de UPN al Gobierno de Navarra. Su aproximación a las tesis de UPN llegó al extremo de que Sanz defendió públicamente su candidatura como Defensor del Pueblo de Navarra.