La industria promete productos más fiables y baratos para salir de la crisis

Cebit, la feria por excelencia de tecnologías de la información que cada año se celebra en Hannover (Alemania), cerró ayer sus puertas sin anuncios espectaculares. La industria se ha esforzado, sobre todo, en depurar las tecnologías que están disponibles desde hace algún tiempo y en ofrecer a los consumidores y a las empresas productos más fiables y a un mejor precio.

La crisis que ha azotado a la industria en el último año tiene mucho que ver con el pragmatismo que se ha visto en la feria. El mensaje que han querido transmitir los principales fabricantes de ordenadores y teléfonos es que han aprovechado 2001 para reducir drásticamente costes -sobre todo con despidos- y estar preparados para el crecimiento moderado o nulo que tendrá este año el sector de tecnologías de la información.

Se han podido ver, de todos modos, progresos notables en diversos campos. En móviles de tercera generación (3G), Siemens tenía en la feria una red totalmente operativa y varias compañías enseñaban prototipos de terminales en funcionamiento. Responsables de Siemens, Ericsson, Alcatel y Nokia aseguraron que durante el cuarto trimestre pondrán a la venta terminales móviles 3G que serán compatibles con la norma europea UMTS y, al mismo tiempo, soportarán la actual GSM.

La principal novedad en el área de ordenadores han sido los Webpad, unos terminales inalámbricos que se aguantan con la mano y con una pantalla plana táctil de al menos 10 pulgadas. Funcionan con la tecnología Mira de Microsoft que debería comercializarse este otoño.

Multitud de empresas mostraron distintos modelos de ordenadores de bolsillo o PDA que trabajan con el sistema operativo Pocket PC 2002, también de Microsoft. De todos modos, el aparato omnipresente en la feria fue el ordenador portátil, cada vez más potente, ligero, pequeño y completo. En Cebit, el portátil eclipsó al ordenador de sobremesa porque ya se considera un producto maduro, con poco terreno para evolucionar.

Steve Ballmer, director ejecutivo de Microsoft, dio la receta para salir de la crisis: 'La industria debe crear cosas más simples, más flexibles, más conectadas e integradas y más rápidas, pero también hacer que nuestros clientes confíen en nosotros'. Aceptó que Microsoft no era un ejemplo perfecto de ello pero que a partir de ahora lo será. 'Necesitamos ser un líder responsable', añadió Ballmer, que asombró al auditorio al prometer que a partir de ahora van a ser 'respetuosos con la competencia'.