El fuego, punto final

Ni rastro queda ya de los más de 700 monumentos (infantiles y adultos) que se plantaron en las calles de Valencia. El fuego puso el punto final y envió a la historia las fallas de 2002 al convertir en ceniza las escenas de cartón, madera y suro blanc.

El fuego se hizo con todas las fallas. El último acto del protocolo fallero fue la cremà de la falla del Ayuntamiento, cuyas 40 figuras empezaron a ser devoradas por las llamas pasada la una de la madrugada. En menos de 10 minutos, el gladiador que coronaba a 24 metros de altura el repaso histórico por las culturas de la ribera del mediterráneo que Pedro Baenas levantó fuera de concurso cayó vencido por las llamas. Casi de forma simultánea, una multitud contempló la desaparición de la ternurista escena navideña que conquistó al jurado y dio el primer premio de la sección especial a la falla de Sueca-Literato Azorín, la más cara de su categoría. Media hora antes habían ardido las fallas de premios inferiores, como la del Pilar, segunda, o la de Covento Jerusalén-Matemático Marzal, que aludía al Nueva York de los años treinta.

Atentos a la devastación programada estuvieron más de 400 bomberos -casi un centenar de fuera de Valencia- que se ocuparon, sin que se registraran incidentes, de ahogar los restos humeantes de la fiesta.

Sólo una se salvó de la quema, amparada en un vacío del reglamento. La falla Duque de Gaeta-Pobla de Farnals decidió indultar su falla infantil. La Junta Central revisó la normativa y en vista de que nada dice al respecto se limitó a recordar que 'lo tradicional es que las fallas sean quemadas'.

La edición de las Fallas 2002, que según estimaciones provisionales atrajo entre dos y tres millones de visitantes, tuvo su ración de tragedia: un hombre de 34 años perdió la vida el pasado domingo al explotarle los masclets que manipulaba, un niño de 10 años perdió dos dedos de una mano el pasado lunes cuando iba a disparar unos petardos, varias personas resultaron heridas también el domingo cuando el viento y la lluvia hicieron que se desprendieran los remates de varias fallas, y una decena de personas resultó ayer con heridas leves en diferentes mascletaes.

La pirotecnia ilegal ha sido un año más protagonista de los sucesos falleros. Según datos de la Policía Local de Valencia, entre el 1 y el 19 de marzo, los agentes decomisaron 4.144,41 kilos de material pirotécnico (323.849 unidades) en las inspecciones a 343 locales. El material será revisado por la Guardia Civil.