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Bergara cambia de planes y modifica el diseño urbano de la zona de Abandoibarra

Las alteraciones se presentarán el jueves al consejo de administración de Bilbao Ría 2000

La Diputación vizcaína tiene previsto aprobar en el consejo de gobierno de hoy su proyecto para ubicar su sede en Abandoibarra, en una torre de 34 pisos. El diseño supone modificar el plan urbanístico de Abandoibarra, al eliminar dos edificios de oficinas previstos al lado de la torre. El diputado general Josu Bergara llevará el proyecto al consejo de administración del jueves de Bilbao Ría 2000. Bergara rechaza que 'imponga' el cambio de todo el plan pero asegura que con el diseño actual no se ubicarán en el rascacielos.

La regeneración de Abandoibarra, las 34 hectáreas de terrenos al lado del Guggenheim que aspiran a convertirse en el futuro centro neurálgico de Bilbao, se enfrenta a un auténtico problema. El plan, que tuvo un lustro de maquetas y pudo aprobarse en 1999 tras fuertes disputas políticas, empezó a ejecutarse hace dos años. Todos los obstáculos principales parecían superados, con el diseño general elaborado por el urbanista argentino César Pelli, hasta que el pasado año la Diputación empezó a vislumbrar que la torre de 34 pisos destinada a su nueva sede no cumplía sus necesidades.

Por ello, encargó al propio Pelli un estudio de necesidades que ha concluido lo que se temía: la institución foral necesita más espacio para albergar todas sus sedes y los servicios de atención al público. El asunto se abordó el mes pasado en el consejo de administración de Bilbao Ría 2000. Josu Bergara explicó los pasos dados por la Diputación y se comprometió a presentar en breve plazo un propuesta oficial.

Esta propuesta se aprobará, si no hay sorpresas, en el consejo de gobierno de la Diputación de hoy. Posteriormente, según confirmó a este diario el propio Bergara, se presentará 'al final de la reunión' del consejo de administración de Bilbao Ría 2000 del próximo jueves. 'La entregamos con tiempo para que se trate, se analice, y se aborde en otro consejo de Bilbao Ría 2000', explicó. El argumento foral es que la elevada inversión prevista -84,1 millones de euros sin incluir el coste de los terrenos- debe cubrir las necesidades de la Diputación. 'Defendemos instalarnos en Abandoibarra en las condiciones que nos permita una inversión de esa envergadura'.

La institución vizcaína se basa en los 2.600 empleados que tiene y los cerca de 1,3 millones de personas anuales que se atienden en sus oficinas. Bergara asegura que, en la atención a los usuarios, el problema de espacio no se resuelve con más pisos de altura. 'No se pueden resolver problemas, por ejemplo, de impuestos en el piso 14 sino que tiene que ser a nivel de calle'.

Base más ancha

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Por ello, el proyecto plantea que la base de la torre sea más ancha, manteniendo cerca de 34 pisos. Esto obliga a eliminar dos bloques de oficinas previstos junto a la torre. El problema de este cambio se agrava porque estos inmuebles estaban destinados a la inmobiliara Vallehermoso, que los iba a recibir como contrapartida por los derechos urbanísticos de 20.000 metros cuadrados que tiene en Abandoibarra. De hecho, la inmobiliaria ha interpuesto una demanda judicial contra Bilbao Ría 2000 en la que pide una indemnización de 108,1 millones de euros por el retraso en disponer del aprovechamiento, comprometido para 1998. La demora se ha debido al aplazamiento de la retirada de las vías de Renfe en Abandoibarra, que finalmente se iniciará a finales de mes.

La ampliación de la torre de la Diputación obligaría al cambio del plan de Abandoibarra y, dada la situación de minoría política en las instituciones vizcaínas, puede suponer la paralización de todo el proyecto. Bergara asegura que 'no vamos a obligar, ni imponer para modificar ningún PERI [el plan urbanístico de Abandoibarra]' y restó importancia a una posible negativa a sus pretensiones. 'Si nos dicen que no puede ser, no pasa nada. No tenemos ninguna urgencia ni problema en desplazarnos a Abandoibarra. Habrá otras zonas de expansión de Bilbao donde algún día se planteará la posible ubicación de una torre o instalaciones'.

La Diputación, que cuando en 1998 presentó su intención de ubicarse en una única sede en Abandoibarra avanzó un plan para costearlo con la venta de su veintena de edificios desperdigados por Bilbao, apenas ha desarrollado esta operación. El único edificio vendido ha sido la sede de Acción Social, que estaba ubicada en la Gran Vía frente al Palacio Foral, pero los problemas de estructura del inmueble obligaban a un inminente abandonado de las instalaciones.

La tarea de Bilbao Ría 2000, donde están todas las instituciones vascas y la central, no será fácil, puesto que deberá valorar si es más complicado cambiar todo el plan de Abandoibarra o resignarse a que la Diputación no se instale en la zona.

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