Coco, el asistente camuflado

Retratado como quedó César en el gol del empate del Barça, el error de Coco en el tanto del Madrid pasó más inadvertido. Disimulo al que contribuyó la sensación de que el 0-1 caería como fruta madura en cualquier jugada por obra u omisión, por su propio peso, ante el gobierno que el equipo blanco ejercía sobre el partido. Ocurrió que, en un forcejeo con Raúl en el vértice izquierdo del área, Coco metió la pierna y habilitó la llegada al segundo palo de Zidane, que definió con la misma precisión con la que venía jugando por entonces, presidida por unos cuantos controles de aupa. El propio Coco intentó disimular y, una vez finalizado el partido, habló de error colectivo, insistiendo en la superioridad madridista: 'No juntamos las líneas y dejamos que el contrario impusiera su mayoría en el medio campo'.

El buen final de partido de Coco ayudó a no preguntarle por el principio. 'Tuvimos más oportunidades de matar nosotros el encuentro en el segundo tiempo que el Madrid en el primero', proclamó el lateral; 'necesitamos jugar con mentalidad ganadora'. Jugador que, como buen italiano, no pierde el sitio en la cancha, sino que incluso sabe estar sin tener contacto con el balón, Coco progresó con acierto por el carril izquierdo a la que Xavi tocó la corneta y encontró alivio en Overmars por una banda y Saviola por la otra. Fue de los mejores partidos de Coco con la zamarra azulgrana: 'Voy cogiendo confianza una vez que llevo cuatro partidos como titular'.

El lateral internacional, que abandonó el Milan por su condición de suplente y aceptó su cesión al Barça, ha amenazado reiteradamente con volver a Italia si Carles Rexach no le daba más minutos. Fichado a última hora como recambio de Sergi, Coco provocó el resurgir del lateral y capitán, titular hasta su lesión contra el Roma en el Camp Nou. Desde entonces y pese a que el entrenador probó a Motta como falso zaguero izquierdo, ha engordado su currículo: 13 partidos completos en la Liga y seis en la Copa de Europa. Y para el de mañana, en Turquía, no sólo no se le discute su titularidad, sino que se confía en su capacidad ofensiva para al menos empatar.

Coco, un diestro, encontró su sitio como lateral izquierdo, al igual que en el Milan. Un cambio de pie que bien pudo influir en el gol del Madrid.