Alicante perfila su plan estratégico

Las fortalezas, debilidades, opotunidades y amenazas que planean sobre la Universidad de Alicante han sido analizadas por un selecto grupo de profesores, decano y directores que han participado en el I Seminario de Planificación Estratégica. 'La cuestión fundamental es creerse esta apuesta por la calidad; si no es una ilusión compartida por todos no avanzaremos', reconoce Roque Moreno, vicerrector de Coordinación en la Universidad de Alicante.

'El objetivo es hacer un diagnóstico de la situación actual del campus y analizar las ventajas o los problemas que plantea la institución', matiza Miguel Molina, del Secretariado de Calidad de la Universidad de Alicante. Los próximos días 20 y 21 los vicerrectores y miembros del equipo rectoral tendrán una nueva sesión de trabajo para analizar las conclusiones y propuestas que plantearon los participantes en el primer seminario. 'Hasta ahora tenemos sólo una primera aproximación', reconoce Moreno, 'el camino es muy largo y el plazo que nos hemos fijado es alcanzar el año 2006 con un plan estatégico aprobado y con un amplio respaldo por parte de todos'.

Los expertos que han elaborado el programa para diagnosticar la situación del campus de la Universidad de Alicante han utilizado la variable de matriz DAFO (que corresponde al análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades). Según las primera impresiones de este reducido grupo de profesores, directores de departamento y de secretario, entre las virtudes que presenta el actual campus de Sant Vicent del Raspeig, y que se consideran como fotalezas, destacan las infraestructuras del campus, la apuesta por las nuevas tecnologías, la capacidad de autogestión, las relaciones internacionales y de extensión universitaria, la edad media del personal, mayoritariamente joven, que permite una mayor adapatación.

Entre las debilidades de la Universidad que han puesto de relieve estos docentes figuran: la escasa capacidad de recursos económicos externos, la escasa integración en el entorno socioeconómico y cultural, la escasa motivación de los docentes, la falta de dirección estratégica, así como la inadecuada relación entre el profesor y el alumno, debido fundamentalmente al elevado número de estudiantes por aula. Las personas que han colaborado en este diagnóstico reconocen que el campus, pese a estas debilidades internas que presenta, también goza de un amplio abanico de oportunidades que llegan desde fuera. Así por ejemplo, hay una elevada demanda de cursos de posgrado, la Universidad de Alicante goza de una buena reputación en el exterior, dispone de fondos potenciales de I+D (Investigación y desarrollo), plantea posibilidades de atraer demanda externa, como por ejemplo con la captación de alumnos extranjeros, fundamentalmente latinoamericanos, y se puede someter a análisis de evaluación externa para incentivar la mejora. Pero la Universidad de Alicante también reconoce que debe afrontar unas amenazas externas que pueden difilcutar su desarrollos, entre éstas destaca la reducción de la financiación por la vía ordinaria, la evolución demográfica desfavorable, el establecimiento de líneas de trabajo prioritario no adecuadas, la valoración social y política de la Universidad y la nueva situación del cambio del marco legal en el conjunto de las universidades. 'En estos momentos estamos tanteando la opinión de las personas que trabajan en la Universidad de Alicante', explica el vicerrector Roque Moreno, quien considera que el éxito o el fracaso en esta apuesta por la calidad 'depende de todos nosotros, la labor comienza por la cúspide, desde el propio rectorado, pero deben implicarse todos'. Esta semana el equipo rectoral mantendrá dos sesions de trabajo en las que continuará con los debates sobre la situación interna del campus. 'Siempre habrá entre un 10% y un 15% de personas que no se impliquen en el debate, pero el resto aportarán propuestas, y entre todos, mejoraremos esta Universidad', concluye el vicerrector de Coordinación. En la actualidad, la única universidad valenciana con un plan estratégico propio en aplicación es la Jaume I de Castellón. En Alicante este largo camino de apuesta por la calidad docente y de gestión acaba de comenzar.