Más excusas

Las declaraciones de Luis Ángel Fernández a propósito de nuestra Miss León han quedado antológicas en el nuevo arte del ingenio que ahora nos regala este estilo de gobernar. En este terreno de nadie en el que los del PP se han instalado, donde ya no existe ni la caballerosidad ni aquel concepto viejo del honor, en este sálvese el que pueda, deben haber pensado nuestros preclaros prohombres que ahora todo el monte es orégano. Dan ganas de recurrir a Capmany que, al menos, lo de la caballerosidad lo tenía claro por aquello de los remedos imperiales de nuestro pasado patatero. Ahora, nuestros presidentes del PP ensayan el salto mortal, el no va más del retruécano conceptual, y lanzan al aire su órdago al machismo carpetovetónico.

A animarse, socios. El lugar no podía estar mejor elegido y el portavoz, teniente de alcalde de la ciudad y presidente del PP del Campo de Gibraltar, tampoco.

Y no es que una añore esos tiempos, pero al paso que vamos, ¿cuál podría ser el nuevo fruto del ingenio que ahora nos brinden los presidentes del PP dondequiera que se reúnan misses? A mí se me ocurren unos cuantos porque lo de la pata quebrada y en casa está ya muy antiguo. Se me ocurre lo de lo bien que nos sienta la doble o la triple jornada. Ésta es una gracia que todavía no se les ha ocurrido. O también que todavía serían mejor si fueran de determinada nacionalidad o de determinado color. Y aún todavía mejor si les faltara alguna que otra cosa. Por ejemplo el ojo izquierdo porque, ¿para qué sirve el izquierdo? También podríamos llegar por este camino a pensar en las futuras clónicas. Porque, ¿no sería mejor que todas fuéramos rubias, sobre todo en Andalucía, y además que sintiéramos el placer de darle gratuitamente al bla, bla, bla? Es otra forma de usar la lengua porque de hablar, hablar, hay muchas maneras. Y a lo mejor en el fondo lo que ha ocurrido no es ni más ni menos que los presidentes del PP sólo tienen una versión del lenguaje político femenino.

Pero esto de la caballerosidad parece que lo han arreglado con el ramo de flores. No sé si a los clientes de Gescartera les habrán mandado también ramos de flores. Creo que el señor que ha estafado a las monjitas en Valencia también podría mandarles algún ramo de flores. Parece que como los delitos que estadísticamente más han aumentado en esta etapa son los de estafa, van a resarcir a las víctimas con ramos de flores. Que está mucho mejor y queda más elegante. Que yo sepa los ministros no suelen mandar ramos de flores al pedir excusas. Se limitan simplemente a pedirlas. Y eso cuando las piden, que eso sólo ocurre con los más educados. Bueno, lo malo de esto es que la cosa se contagie. No sé si el del dopaje, al que según me cuentan Aznar llamaba Juanito, le habrá mandado al Comité Olímpico un ramo de flores. A lo mejor se extiende la moda de estafar y de mandar también ramos de flores. Esto es lo malo de estas declaraciones ingeniosas del PP. Que sientan cátedra y doctrina.

Y como decía el otro día nuestro portavoz de Exteriores, Manuel Marín, parafraseando a Lorca: 'Aquí pasó lo de siempre, murieron cuatro romanos y cinco cartagineses'.

Yo estoy encantada con que a este Gobierno le gusten Lorca, Cernuda y además le gusten también estas bromas ingeniosas sobre las misses. Después de todo, todo aquello de la responsabilidad política pertenecía a otra galaxia. Y además no vamos a aguarle la fiesta a nadie ahora que nuestro Gobierno está tan contento con la Presidencia de la UE y ahora que el presidente se ha empeñado, como el alcalde de Arcos, en que a Europa y a España vengan muchos Enron. Aunque yo creo que estaría bien que la ciudad de Algeciras, que es tan abierta y tan prometedora, le pasara factura a algunos políticos. Para que no proliferaran ciertas gracias.

Carmen Romero es diputada en Cortes del PSOE por Cadiz.