Semillero de líderes
Más de 600.000 jóvenes han participado en Foroidea, un concurso que premia a quien sepa discutir mejor
Dicen que de mayores no quieren dedicarse a la política, pero a más de uno se le escapan los dejes más clásicos de Felipe González. En realidad, son chavales de 16 y 17 años que ayer se dieron cita en el pleno del Senado. Se celebraba la final nacional de la VI edición de Foroidea. Un certamen promovido por la obra social de Caja Madrid en el que equipos formados por cuatro alumnos exponen sus argumentos a favor o en contra de la pregunta que se plantea en cada convocatoria. Este año rezaba así: '¿Son compatibles los beneficios de las empresas con el desarrollo económico y social sostenible?'.
Empieza el debate y el primer portavoz del instituto Francisco Tomás y Valiente de Fuenmayor (La Rioja), que defiende un argumento a favor, sube a la tribuna y explica con una serenidad pasmosa: 'Señorías, la economía y la ecología no están en conflicto...'. A lo que responde el portavoz del instituto Albariza de Mengibar (Jaén), no sin menos entereza: 'No se engañe, en esta comedia de la vida, el cinismo es nuestra conciencia'. Y así, 35 minutos entre réplicas y contrarréplicas, dimes y diretes, '¡Muy bueno!', '¡Bravo!', anima el público -familiares y compañeros- que acompaña a los concursantes desde los escaños del Senado.
Cada equipo está compuesto por dos portavoces, que toman el turno de palabra en las exposiciones y en las réplicas, y dos miembros de apoyo, encargados de documentar a los portavoces en el transcurso del debate. Todos están dirigidos por uno o dos profesores.
Como los equipos no saben hasta el último momento qué postura les va a tocar defender, tienen que prepararse las dos con igual empeño. Antonio del Moral, del instituto Albariza de Mengibar, y que ya apunta maneras de gran orador, prefiere defender la postura en contra. 'Es más fácil atacar con argumentos en contra, porque siempre puedes referirte a los niños que mueren de hambre o lo poco que les cuesta a las grandes multinacionales producir sus productos con mano de obra barata'. En total, más de 600.000 jóvenes de más de un millar de centros de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra y Comunidad Valenciana han participado en el concurso.
Los finalistas han tenido que superar varias fases: escolar, provincial y autonómica, hasta llegar aquí. Y el camino no ha sido en balde. Francisco Javier Cobo del instituto Gil y Carrasco de Ponferrada (León), tercero en el podio, asegura que la experiencia ha sido muy positiva: 'Yo no tenía ni idea sobre el desarrollo sostenible y ahora sé un montón. Nos hemos documentado a través de Internet, la prensa y leyendo libros'. Y se nota porque las exposiciones de los chavales están plagadas de datos, estadísticas, conferencias y términos propios de analistas consolidados.
Pero además de saber mucho, se tiene que notar. Y para eso, los alumnos han aprendido una serie de trucos de oratoria. María del Mar Expósito, profesora de Economía y preparadora del equipo del Albariza explica: 'A los chicos les hemos enseñado que lo importante es impactar al público con entonación y gestos. Por ejemplo, les hemos aconsejado que cuando enumeren levanten los dedos con uno, dos y tres'. Algunos incluso, reconocen que se aprenden los discursos de memoria para evitar despistes. Por eso, cuando peor lo pasan es en las réplicas, porque 'nunca sabes con qué argumentos te va a salir el contrario', comenta uno de los alumnos.
Requisitos de oratoria
La coherencia argumental, la actualidad de las tesis, la riqueza de vocabulario, la precisión, el juicio crítico y la facilidad de diálogo son sólo algunos de los requisitos para ser un gran orador. Y estos chicos no desmerecen en absoluto, ya que como asegura Ricardo Díez Hochleitner, miembro del jurado, estos debates son 'un semillero importante para descubrir a los líderes del futuro'.
La competición ha terminado. Sólo falta conocer al equipo ganador y, esta vez, es el del instutituto Albariza de Mengibar el que se alza con el primer premio: 12.021 euros y un viaje a Estrasburgo y París. Antonio del Moral, Miguel Chica, María José Camacho y Bernabé Moyá son los protagonistas.
El pleno se inunda de gritos y emoción. Los concursantes se abrazan. Entre los compañeros de instituto que han ido a animarlos se escuchan voces como: 'A ver si os acordáis de traernos un llaverito de la torre Eiffel'. Y 'anda, llorad un poquito de emoción'. A lo que Miguel, con la entereza de un político, responde: 'Si es que no me sale'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.