Repsol y Cepsa fueron multadas con 500 y 200 millones de pesetas por imponer las tarifas a las gasolineras

El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, confirmó en Málaga que había rechazado la propuesta del fiscal jefe Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, de querellarse contra las petroleras, y pidió que se le remita la documentación de que disponga del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC).

En julio de 2001, el TDC impuso una multa de 500 millones de pesetas (tres millones de euros) a Repsol por fijar el precio final de lo carburantes en las gasolineras que operan en régimen de revendedoras, ya que eso, según el tribunal, impide la competencia. Un mes antes, Cepsa había recibido otra sanción de 200 millones de pesetas.

La tesis del TDC era que un contrato de exclusividad de una gasolinera con una petrolera no supone el derecho de ésta a fijar el precio final del consumidor.

Pero además de la vía administrativa, el Código Penal mantiene una sección sobre 'Delitos relativos al mercado y los consumidores' en el que el antiguo tipo penal de las maquinaciones para alterar el precio de las cosas se encuentra hoy reconvertido en el de forzar la alteración de precios. Cuando Anticorrupción inició las investigaciones -para lo que la fiscalía especial siempre debe contar con el placet del fiscal del Estado- contempló la posible existencia de un delito que afectaría a múltiples perjudicados en toda España, por un importe de miles de millones de pesetas, lo que obviamente afectaría a la economía nacional.

Poco antes de que Anticorrupción iniciase sus investigaciones, el 22 de mayo de 2000 la comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio, se asombraba de la 'sorprendente coincidencia' de los precios de los carburantes en España, algo que, según dijo, desde la Comisión Europea 'se está mirando con mucho cuidado'. 'No hay ningún otro país en el que los precios de los carburantes sean tan homogéneos', insistió De Palacio, que dijo que si las petroleras se estuviesen poniendo de acuerdo para establecer un precio en común sería 'gravísimo'. Para entonces, en mayo de 2000, Repsol había anunciado la sexta subida del precio de los carburantes en ese mismo mes.