Un 'parto' de once meses
Una pareja adoptante ha quedado atrapada un año en Vietnam por los problemas derivados de no estar casada
Enric Tomás y Mónica Clinaz, una joven pareja de Borrassà (Alt Empordà), no podían imaginar que su condición de pareja de hecho les metería durante 11 meses un terrible laberinto burocrático a la hora de adoptar a un niño de un orfanato de Vietnam. A pesar de que el Gobierno de aquel país les permitió hacerse cargo del pequeño desde el pasado 18 de abril, diversos malentendidos, incompetencias y errores burocráticos les impidieron cruzar las fronteras del país hasta el pasado fin de semana.
Mónica Clinaz fue quien se llevó la peor parte de toda la lucha por la adopción del pequeño Thiên. Durante la larga espera no se separó ni un momento de su hijo. La pareja decidió adoptar a un niño vietnamita porque la madre de Enric Tomás es originaria de aquel país. El hecho de que ningún organismo de adopción de Cataluña mantuviera relaciones con Vietnam no les impidió tramitar por libre su petición.
Tomás explicaba ayer desde su domicilio, el hotel Cal Governador, de Borrassà, que su pesadilla burocrática empezó cuando la Generalitat le tramitó la documentación de adoptante como soltero. Pensaban que eso simplificaría los trámites. No obstante, los complicó, y el Gobierno de Vietnam decidió que debían adoptar como pareja de hecho. Tomás asegura que los malentendidos que siguieron a éste llegaron a límites desesperantes, aunque ellos intentaron mantener la calma en todo momento. 'Ante los funcionarios de allí no puedes enfadarte, debes morderte la lengua aunque desees matarlos', relata Tomás.
Una firma en la selva
Uno de los momentos de mayor tensión fue cuando las autoridades les reclamaron la firma del padre biológico, que sufría de alcoholismo. Antes les habían asegurado que no sería necesaria. La pareja adoptante debió buscarlo en la selva. El hombre no puso inconveniente en autorizar la adopción del pequeño que la madre, enferma y con otros dos hijos, había dejado en el orfanato local.
Mónica Clinaz explica que los primeros días en Vietnam, alojada en un hotel con la única compañía de un niño que todavía no la conocía y que lloraba a menudo, fueron muy duros. 'Llegué a perder cuatro kilos, aunque nos adaptamos a una rutina'. Mónica y su pequeño, alojados en una pequeña habitación, se dedicaban a mirar por una ventana que daba a una calle llena de agitación o a pasear por parques y mercados. El desconocimiento de la lengua no fue un obstáculo para hacer incluso algunos amigos en el hotel o entre los mercaderes.
Mientras, Enric Tomás, iba de un país a otro intentando desenredar la madeja burocrática. Tomás cree que el desenlace del caso tuvo mucho que ver con la inminente visita de la reina de España a Vietnam y el eco que la prensa se hizo del caso. La adopción se desbloqueó cuando el embajador español pidió celeridad al ministro de Justicia de Vietnam. La pareja de adoptantes admite que la enorme dilación del caso les ha disparado el presupuesto, 'aunque nos hemos gastado menos de lo que paga mucha gente para una adopción en China', precisa Tomás.
El pequeño Thiên, extrovertido y alegre, ignora todavía los esfuerzos que han hecho sus nuevos padres para traerle a su hogar. Tiene 32 meses y empezará a ir a la escuela el próximo mes de septiembre. La dura experiencia no ha amedrentado a la pareja y aseguran que quizá dentro de unos años vuelvan a Vietnam 'para darle una hermanita a Thiên'.
Curiosamente, las trabas con la burocracia de esta familia de origen vietnamita no parecen haberse terminado. Tomás explicó ayer que su madre, nacida en Vietnam pero con DNI español desde hace 40 años, aún tiene problemas con este documento. 'Le dicen que como sólo tiene un apellido no se lo pueden renovar'.
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